La temporada más corta del futuro del basket español


El 1 de febrero Santi Aldama debutó con su equipo Loyola Maryland en la conferencia “Patriot League” de la NCAA tras recuperarse de una lesión de rodilla, un mes después, su equipo perdió en la primera ronda de la fase final de su conferencia y con el objetivo puesto en la postemporada llegó la suspensión de los eventos deportivos.



El último MVP del Eurobasket U18 ha jugado un total de 10 partidos esta campaña con una media de 15.2 puntos, 7.6 rebotes y 2.1 asistencias en 30 minutos y con un balance de seis victorias y cuatro derrotas.

Una temporada positiva para el grancanario que desde que pasó por el quirófano tenía claro que su propósito era “llegar bien al final de temporada para ayudar el equipo y empezar a trabajar de cara al próximo año cuanto antes”.

Meta que se ha complicado debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, que obligó a Aldama a volver a su casa en Gran Canaria, donde no tiene material suficiente para entrenar y donde no puede tirar a canasta.

“A principios de marzo cancelaron las clases hasta el 1 de abril y decidí quedarme en Maryland, pero al poco tiempo las suspendieron de forma permanente y se canceló la competición, algo que me impactó mucho porque hacía pocos días había sido mi último partido”, ha contado.

Aldama estaba reencontrándose en pista tras su parón e intenta mantener las buenas sensaciones como sea desde el salón de casa con una bici estática y “mucha imaginación” ante sus limitaciones de espacio y material.

Los diez partidos de competición le han servido para conocer la liga y para coger un “poco de experiencia” en un campeonato distinto a lo que estaba acostumbrado el jugador en su antiguo club, Canterbury Lyons
Basket (Las Palmas de Gran Canaria).

Tras proclamarse campeón de Europa en su última actuación en las categorías de formación de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Aldama podría haber participado en alguna concentración este año, pero “se han cancelado todas las competiciones FIBA del verano”.

“Es difícil saber qué pasará porque son tiempos muy impredecibles, iba a ser un verano muy interesante, pero la salud es lo primero”, ha indicado el jugador, que aprovechará las vacaciones para “recuperarse al completo” de las molestias físicas.

“Tengo muchas ganas de jugar la siguiente temporada con Loyola Maryland”, ha indicado Aldama, debido a que le ha “encantado” la experiencia tanto en lo deportivo, como en lo académico y social.

Su campaña en EE.UU, aunque ha sido muy corta, le ha valido para ganar masa muscular y mejorar su físico, aspecto que pretende niquelar en sus próximos años de baloncesto universitario.

En lo que respecta al juego, Aldama ha trabajado para avanzar como jugador interior aunque con su propósito de “ser el mejor jugador posible”, el grancanario ha confesado que desde que pueda entrenará todos los aspectos del juego, como el tiro, el dominio de balón o la defensa.


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