“Las redes sociales son una sublimación de lo que siempre hemos querido: engañar a los demás”


La capacidad de mentir diferencia a las personas de otras especies. Lanzar hipótesis, una suerte de mentira, nos permitió inventar el fuego. Alrededor de la hoguera empezamos a contar relatos, y esa posibilidad de ficción, de crear, nos hizo avanzar hasta la era digital. La tecnología, pese a sus riesgos, hace más rica nuestra vida, sostiene el filósofo y escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel, autor de Una historia de la mentira.

Con las nuevas tecnologías ¿cambia el concepto que tiene el hombre de sí mismo?

Siguen siendo las mismas grandes preguntas, pero nos vamos haciendo más complejos. La tecnología añade capas a nuestro concepto de realidad, partiendo de que lo que conocemos por realidad es lo que nosotros proyectamos.

El escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel, autor de ‘Una historia de la mentira’.

Con las nuevas tecnologías hay más caras del ser humano. Si ya era difícil mantener una identidad antes, ahora tenemos que añadir muchas más capas. Somos los mismos, pero de forma más compleja.

Sostiene que la memoria es falible y llega a plantear que se podría implantar…

Empieza a ser posible. Lo planteo como una hipótesis a la manera de Descartes. Él empieza a dudar de todo para ver qué queda realmente y va lanzando hipótesis. La más poderosa es la del Dios engañador, el genio maligno que manda información equivocada, que sería el equivalente a Matrix. Descartes es realmente el descubridor de Matrix, con sus hipótesis. Yo lanzo la hipótesis a modo de prueba. ¿Podemos estar seguros de nuestros recuerdos? No significa que yo piense que mi memoria me la han implantado. Pero lo cierto es que no tengo una manera de contestar.

¿El hombre crea la tecnología o es al revés?

Ocurre lo mismo con las ideas, con la sociedad: quién crea qué. No hay un ser humano, ni el más poderoso, que pueda cambiar el conjunto de ideas que flota sobre nosotros. Y esas ideas las han creado personas. Yo genero ideas, empiezan a formar parte del mundo, y al final esas ideas me dominan. Con la tecnología pasa igual: somos sus creadores, pero ya dependemos de ella, nos domina.

El mundo de los algoritmos, ¿es real o es falso?

Como todo concepto humano, ese sistema está proyectado por nosotros, con lo cual es mentira. Es una ficción porque no está en la realidad y cuando el ser humano desparezca no quedará rastro. Es una proyección humana, un espejismo. Pero también es real: mientras eso dure, afectará a vidas concretas.

¿Qué papel juega la tecnología en la evolución del hombre?

La mentira estaba antes que nosotros, es un mecanismo de selección natural. Pero la mentira se especializa en nosotros. Mentimos de una forma mucho más sofisticada. Ahora llega la tecnología y las ideas, que son ficciones, engañosas, se contagian mucho más. Y con la nube, las copias de seguridad, los servidores, se empieza a sentir que se están salvaguardando. Como si las ideas hubieran tomado el control.

A veces es difícil estar seguro incluso de lo que ven tus ojos…

Es que no lo estamos. Porque, vuelvo a citar a Descartes, me pueden engañar, pero me engañan a mí, luego existo. Las imágenes son manipuladas, se puede modificar la apariencia de forma inmediata, es difícil de distinguir. Por tanto, hay que buscar otros mecanismos de contraste.

Las redes sociales ¿responden a la necesidad de autoengaño?

Las redes sociales son una sublimación de lo que siempre hemos querido, no el autoengaño, sino engañar a los demás: proyectar la misma imagen que tenemos de nosotros mismos en los demás. Las nuevas tecnologías ayudan. Es el sueño realizado: por fin puedo estar tan guapo como yo pensaba que estaba.

Con la pandemia, no sabemos qué hay de verdad o de mentira, la tecnología lo invade todo.

La pandemia ha acelerado y exagerado todo. Por un lado, ha puesto de manifiesto los puntos débiles de la ciencia, que la ciencia es falible. Se mueve con hipótesis, que también tienen su grado de mentira. A nivel información, las fake news han proliferado. La sociedad se ha visto alterada por el teletrabajo y el encierro. El confinamiento ha dado alas a lo digital. Estamos más cerca que nunca de esa realidad virtual. ¿Va a ser así a medio plazo? No, pero sí nos ha dado una idea de lo que está por venir a largo plazo. Es una especie de aviso, un tráiler de la película que vendrá.

“Cada uno es libre de elegir su mentira”

En política, la mentira se hace más presente gracias a las nuevas tecnologías. “Antes cada uno creaba su propia mentira, su propio relato de forma más sosegada. Ahora con tanta capacidad de elección de la mentira, ese ruido nos enturbia”, sostiene Muñoz Rengel. “Hay muchos lugares por donde entra lo tóxico, muchos lugares por donde te meten miedo. Hay muchos poderes que tienen interés en asustar. Hay muchas fuentes de estrés. Todo eso está presente, pero el camino debe ser el mismo, tenemos que elegir nuestra mentira de la mejor manera, crearnos una zona narrativa donde estemos a gusto y nos sintamos realizados”.

Para el autor, “uno es libre de elegir su mentira”. Explica que, en realidad, “si eliges una cosa frente a otra, ya estás diseñando. En ese sentido eres libre”. Como contraposición, afirma que en los regímenes totalitarios “la cultura es única impuesta”.Todo lo que hacemos en internet deja rastro “pero en principio la gente no lo va a investigar”. Salvo que seas político y te saquen un tuit de hace tres años. Si no, “suele haber tanto ruido que no da tiempo”. “Estamos más vigilados que nunca, sí, pero al mismo tiempo hay tanta cantidad de información que eso nos hace un poco anónimos”.


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