Llegan las primeras curvas en el Real Madrid

En una temporada en la que cualquier equipo que se precie está coleccionando adversidades derivadas de la pandemia, al Real Madrid le vienen ahora las primeras curvas en el calendario en forma de partidos.

Y más allá de la importancia de los mismos -que la tiene y mucha- lo más relevante a tener en cuenta es que todos ellos se agolpan en apenas quince días y justo después de que Zidane reclute a todos los internacionales ‘desperdigados’ por el mundo debido al parón internacional.

Primero recibirán al Cádiz en el Di Stéfano el próximo 17 de octubre. Cuatro días más tarde, el 21, se estrenarán en Champions ante el Shakthar Donetsk también en casa y cerrarán la semana con el primer Clásico ante el Barcelona aún sin fecha fija pero que todo apunta a que será el sábado 24 de octubre.

Entrados ya en la siguiente semana, volverán a disputar Champions el 27 ante el Borussia Monchengladbach, cerrarán la semana con la jornada liguera ante el Huesca para volver a abrir una nueva ante el Inter de Milán el día 3 y terminarla ante el Valencia el día 8 antes del siguiente parón internacional. Una locura. Siete partidos en 20 días. Y cada cual más importante. En definitiva, un calendario que, a priori, no suena nada sencillo, pero en este 2020 el umbral de dificultad aún no parece conocerse.

De esta manera, a Zidane no le queda otra que esperar que no se le vuelva a lesionar nadie más, que pueda ir descargando la enfermería y que, llegado el momento, pueda ‘tirar’ de sus famosas rotaciones en el once.

Kroos, el primero en apuntarse

A este batallón de partidos quien parece ya haberse apuntado es Toni Kroos. El alemán después de lesionarse en el duelo ante el Valladolid (1-0) jugó 90 minutos con su selección ante Ucrania y estará listo para medirse al Cádiz en Liga. También Courtois y Lunin que, el primero con una lesión en el psoas y el segundo por un falso positivo en Coronavirus, tuvieron que dejar la concentración con sus selecciones. También parece que recuperará Zidane tras este parón a Odriozola, solventando así y de momento el problema en el lateral diestro causado a raíz de la dura lesión de Carvajal.

Y Militao, también fuera de combate desde hace varias semanas, se afana de igual manera para volver a apuntalar una defensa que se sostenía hasta el momento gracias al sempiterno servicio de Sergio
Ramos, Varane y Mendy. Así pues, con estos mimbres y a la espera de algunos más como Hazard, Zidane ya sabe que encara este tramo de la temporada como uno de los más importantes.

Más si cabe en un año en el que la pandemia está trastocando los planes y a las lesiones propias de los esfuerzos físicos hay que sumarle la posibilidad de caer contagiado por el virus y que eso reste fortaleza a un equipo que, si algo ha demostrado durante todo este tiempo que lleva siendo solvente es que una de sus principales razones es esa misma: la fuerza.


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