Los errores más comunes al usar una freidora de aire

Mucha gente habrá recibido como regalo, una freidora de aire esta Navidad . Es un aparato muy de moda últimamente, ya que permite freír solo gracias al aire, de hecho, utilizando cantidades mínimas de grasa. Una fritura más sana, al menos en intención dado que existen algunos errores que suelen ser bastante comunes y que pueden hacer que pienses que la freidora de aire o no funciona como debería o no es para ti. Veamos cuáles son y cómo solventarlos.

Los errores al usar una freidora de aire

No es difícil utilizar la freidora de aire, pero a pesar de ello y como decimos, existen algunos errores habituales que hay que evitar para sacarle el máximo partido a esta herramienta y también para disfrutar de unos platos que te harán la boca agua. Este aparato es similar a un horno por lo que una de las primeras cosas que tenéis que saber al respecto, es que funciona mejor si se calienta correctamente antes de su uso. Colocar los alimentos en la freidora sin recalentarla primero puede hacerlos menos crujientes y, por lo tanto, requerir una cocción más prolongada.

Otro de los errores más comunes es sobrellenar el tambor . Evita hacer esto porque demasiada comida eventualmente bloqueará el movimiento del aire caliente y esto también prolongará los tiempos de cocción, ya que será difícil cocinar los alimentos de manera uniforme. En cambio, es necesario dejar suficiente espacio en la canasta y no exceder el nivel recomendado.

También presta atención al lugar donde usas la freidora. Dado que genera mucho calor, lo mejor es levantarla de la superficie donde está descansando para evitar daños. El calor producido podría dañar la superficie de trabajo de diversas formas, incluso romperla. Algunas freidoras tienen patas que las levantan de la superficie de trabajo; De lo contrario, mejor coloca la freidora en una tabla de cortar gruesa o en una bandeja para hornear al revés para no permitir que se acumule demasiado calor debajo.

Para utilizar este aparato se necesita poco aceite, pero esto no significa que la suciedad y la grasa no puedan acumularse. Dado que la freidora puede calentarse mucho, estas acumulaciones podrían causar quemaduras, contaminar las comidas o dificultar mucho la limpieza. Después de cada uso, es mejor limpiar la freidora.

Por último, presta atención a las cantidades de aceite que utilizas. Y es que aunque la freidora necesita aire para funcionar y no aceite, sí que es cierto que algunos alimentos deberán condimentarse primero con aceite. Por eso, si usas demasiado, la comida quedará demasiado grasosa, mientras que si usa muy poco, la comida no quedará muy crujiente. En resumen, usa la cantidad exacta que requiere la receta y no te equivocarás y utiliza un pulverizador que te irá mejor para conseguir la cantidad justa de aceite que debes echar.


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