El Oeste está más salvaje que nunca y no hay rival fácil. Los Houston Rockets, que hace muchas jornadas que ya no tienen opciones de meterse en los playoffs, han decidido que también quieren ser por lo menos un factor a tener en cuenta en las últimas jornadas de la fase regular y han derrotado a los New Orleans Pelicans por 114-112 para meterle más emoción a la Conferencia Oeste.
A pesar de un gran Brandon Ingram (31 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias) y la presencia en la zona de Jonas Valanciunas (22 puntos, 17 rebotes y 4 tapones), los Pelicans se han derrumbado en el último cuarto. El 34-22 de los últimos doce minutos ha permitido la remontada del conjunto local, que ha visto la oportunidad de darle una alegría a sus aficionados y no la han desaprovechado.
Sin haber hecho un gran partido, Jabari Smith Jr. (11 puntos y 8 rebotes) fue el encargado de tirarse la última y no falló: triplazo casi sobre la bocina y delirio en el Toyota Center.
Jalen Green (25 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias), Kevin Porter Jr. (20 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias) y Alperen Sengun (17 puntos y 11 rebotes) fueron también clave para unos Rockets a los que les va la marcha: sus tres últimos partidos han sido ante equipos inmersos en la lucha por los playoffs y los tres han terminado con victoria, superando a Celtics, Lakers y Pelicans.
Los que no tienen motivos para la alegría son los dos internacionales españoles que formaban parte de este partido. Willy Hernangómez volvió a quedarse sin saltar a pista y Usman Garuba firmó un partido discretísimo, con 4 rebotes en 7:29 minutos en pista. Lo de casi siempre para ambos.
Ni las últimas victorias cambian la situación de los Rockets, que siguen penúltimos en la Conferencia Oeste con un balance de 18-52, peleando con los Spurs para no ser los últimos al acabar la fase regular. Los Pelicans, que no olvidemos que eran el primer clasificado hace no muchas semanas pero que siguen echando mucho de menos a Zion Williamson, se quedan con un 33-37 y caen hasta la decimosegunda posición.