Con el Cavaliers – Warriors de 2016 como único precedente, tanto la abrumadora autoridad de los Nuggets como la historia de la NBA tienen entre la espada y la pared a los Heat.
Por mucho que la adversidad les dé morbo, ya están sin ningún margen de error a partir de esta misma noche en el Game 5 (02:30, Movistar Deportes y Mundo Deportivo).
Aparte de toneladas de coraje, el equipo de Erik Spoelstra necesitará de un buen puñado de ajustes tácticos.
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Reanimar el ataque, primera prioridad para los Heat
Sin ataque no hay paraíso
Nikola Jokic y Jamal Murray lo acaparan todo, al parecer únicos responsables de todos los males de los Miami Heat. Pero lo que más están definiendo en estas series es cuánto de bien ha sido capaces de atacar los de Erik Spoelstra y cuánto de bien han defendido los Denver Nuggets.
Y es que, algunos puntos más algunos menos, las anotaciones del conjunto de Colorado han oscilado poco en los cuatro partidos disputados hasta la fecha, entre los 104 y los 109, 108 en la victoria de los Heat en el Game 2 (108-111), los mismos puntos que en el triunfo del primer choque (108-95), casi los mismos que en el del tercer choque (94-109) e incluso menos que en el Game 4 (93-104).
Lo que hizo la diferencia en el segundo encuentro fue el ataque de Miami, que ha ganado en la única vez que ha pasado de los 100 puntos (111). Más o menos inspirados, más productivo uno u el otro sino a la vez, Jokic y Murray siempre van a acabar produciendo sea para ellos o los demás. Lo que requiere un cambio inmediato para que los Heat cambien la dinámica es reanimar su decaído ataque.
El rating ofensivo muestra todavía más a las claras el excelso rendimiento ofensivo de los Heat en el segundo partido, con 129 puntos cada 100 posesiones por registros de 100, 102 y 104 en el resto.
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Denver está neutralizando todas las armas de Miami
La defensa de los Nuggets, implacable
Entre ajustes tácticos y una vuelta a la mayor agresividad y atención que reclamó un sulfurado Michael Malone tras el Game 2, los Nuggets han limitado todas las armas ofensivas de los Heat.
Calidad diferencial de Jimmy Butler y Bam Adebayo al margen, el ataque de Miami se basa fundamentalmente en los siguientes puntos con pick and roll con esquina vacía sobre todo con Jimmy Butler como manejador cuando no es aclarado en el poste, bloqueos directos más centrales con el propio Butler, Kyle Lowry y Gabe Vincent como mejores manejadores. Un Jimmy ‘Buckets’ muy importante generando tiros para los demás cuando penetra y atrae, asistiendo él mismo o iniciando una rápida circulación que acaba con triple liberado.
Y luego, el extenso rol de Bam Adebayo al margen de su papel como anotador. El pívot es esencial en la creación del juego desde la cabecera, habilitando las puertas atrás o jugando handoff con diferentes alternativas, continuando, con el receptor tirando de tres, jugando un pick and roll a continuación.
Es muy interesante el análisis de Hoop Venue -abajo citado-, que muestra cómo los ajustes defensivos de Denver a partir del Game 3 permitieron tirar por tierra todos los argumentos de Miami. Los Nuggets han dejado de sobreayudar, lo que hacían mucho en las jugadas de Butler y con los pick and roll en esquina vacía, con un tercer hombre pendiente para hacer un 3×2. Los Heat lo detectaron y supieron mover el balón en el Game 2 para hartarse de triples con aun 48%.
Pero, paradójicamente, renunciar a ese excesivo respeto por los Heat con esas ayudas antes de que la jugada sucediera ha protegido más a Denver. Dando a Miami de su propia medicina -eso que se decía de convertir a Jokic ‘sólo’ en un asistente-, los Nuggets se niegan a defender con ayudas a Butler para que genere por los demás y, como mejor ejemplo, el último partido, en el que al alero de los Heat buscó con frecuencia el duelo con Jamal Murray en el poste bajo, sin utilizar ayudas los de Malone.
Denver ha sido una defensa mucho más compacta en los últimos dos partidos, cercana la ayuda del lado fuerte en la salida del manejador del pick and roll cuando Jokic ha esperado más hundido y con jugadores haciendo la cobertura en la pintura cuando el serbio sale con un ‘drop’ más agresivo para prevenir los cortes y anular así el rol de asistente de Adebayo desde el codo. Los Nuggets persiguen con más agresividad en los ‘handoffs’ e incluso cambian cuando hace falta, demostrando Jokic hasta cuando sale al perímetro lo infravalorado que está como defensor.
Lo que es seguro es que, a menos que la ejecución mejore sobremanera, Spoelstra tendrá que hacer muchos cambios, sea insistiendo en el movimiento de balón para castigar las rotaciones de Denver, jugando más continuaciones con Bam Adebayo o variar aún más los ángulos desde los que se juega el pick and roll, intrigante también si veremos un Jimmy Butler más agresivo tras los 28 y 25 puntos de los dos últimos choques. Y, en cuanto a Tyler Herro, parece que el mejor tirador de Miami está más fuera que dentro de nuevo.
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La estrella, en declive en estos playoffs
Jimmy Butler tiene que rebelarse
Reactivar el ataque de los Heat empieza por la pizarra de ‘Spo’ y, por supuesto, por Jimmy Butler. Ante el desafío de unos Nuggets que han venido a decirle “gánanos tú solo” prescindiendo de las ayudas, habrá que ver hasta qué punto vuelve el Butler de las grandes noches que tanto añora Miami.
Y es que por mucho que Jimmy ‘Buckets’ haya ido a más en los dos últimos encuentros -28 y 25 puntos por los 13 y 21 de los dos primeros choques-, necesitan mucho más los Heat de su estrella si quieren cambiar las cosas. Un Butler, que además, va de baja, 37,6 puntos de media en primera ronda ante los Bucks, 24,6 contra los Knicks en Semifinales de Conferencia y 24,7 en las Finales del Este, por los 21,7 de estas Finales, con sus porcentajes de tiro también decayendo: 60%, 43%, 42% y 39%
“Tengo que hacer un mejor trabajo para encontrar compañeros abiertos, sea saliendo de una pantalla o mis ataques. Vamos a encontrar maneras de hacerlo, y no es fácil. Definitivamente no es fácil cuando estás en las Finales”, comentó en la previa un Butler que tendrá que acercarse más al de los 56 puntos contra los Bucks antes que al de estas Finales.
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La intrigante respuesta de los Heat
El pick and roll de Jokic y Murray
La cabeza de la serpiente de los Nuggets a la que los Heat han intentado limitar en la medida de lo posible, dado que no hay ninguna manera de pararlo.
El mejor dúo de la NBA se las sabe todas, respondiendo a todas las propuestas defensivas y el mayor o menor grado de acierto que tengan sus estrellas según el día. Adebayo no puede dejar mucho espacio en su ‘drop’ porque, sino, Murray se levanta de media distancia. Pero si queda muy pendiente del canadiense, entonces Jokic anota en la continuación.
Y el cambio tampoco es factible, pues entonces Murray rompe a Adebayo en el perímetro o Jokic juega en el poste a placer con un pequeño. Tampoco los 2×1 al base tras bloqueo directo han funcionado, encontrando al serbio en la continuación o al hombre libre en el perímetro.
Miami pareció encontrar la solución en el Game 2 con Adebayo con un drop agresivo con Love cerrando la continuación sobre Jokic. Pero, aparte del factor Aaron Gordon que analizaremos más adelante, Denver contestó en el Game 3 jugando el bloqueo directo con esquina vacía, replicando hacia el final de ese tercer encuentro y en el cuarto con un drop agresivo de Adebayo sobre Murray que casi se convertía en un 2×1.
Entonces, los Nuggets pulsaron el botón del ‘pick and pop’, con Jokic con un 3/7 en triples aunque el serbio puede atacar el 1×1 en el perímetro si no tira y anotar igualmente. A todo ha encontrado respuesta Denver y también para esquivar el factor de la ayuda del lado fuerte, sea con triples o con el jugador que la ayuda deja desatendido cortando por el fondo.
No obstante, Jamal Murray entra hasta la pintura rompiendo a Adebayo en el ‘drop’ si se pone en plan ‘kamikaze’ como en el Game 3 con sus 34 puntos. Hay que destacar también el factor del movimiento previo o casi al mismo tiempo de Denver en muchos antes de jugar el pick and roll para liberar el espacio o en los handoff, donde el hecho de que los Nuggets hayan involucrado a Butler para perseguir ha sido un problema para los Heat.
Los Nuggets también han encontrado solución ante la zona reubicando a Jokic en el poste bajo en lugar de la cabecera y hay mucha intriga por ver qué decisiones toma ‘Spoelstra’ para intentar limitar al dúo en la medida de los posible.
Miami podría seguir decidiéndose por centrarse en el 2×2 en Murray, con sólo 15 puntos -aunque 12 asistencias y 0 pérdidas-, pero rotando con un tercer hombre rotando a Jokic para evitar el ‘pick and pop’ si es que Denver insiste en esa acción. El problema es que podrían conceder triples demasiado liberados a los Nuggets, con un demoledor 50% desde el perímetro en el Game 4. Y pinta también que los Heat podrían utilizar más la zona.
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Otro dolor de cabeza para los Heat
El botón de Aaron Gordon
Igual que Erik Spoelstra y su capacidad de sacar el máximo de sus hombres y ajustar, hay que hablar más de Michael Malone. El entrenador de los Nuggets, aparte de volver a estimular a sus pupilos, se anticipó a ‘Spo’ antes de que sus ajustes pudieran surtir efecto en el cuarto partido.
Era muy difícil que Jokic y Murray -con triples dobles de más de 30 puntos en el Game 3 y excesivos minutajes de 44 y 45 minutos-, repitieran esa simultánea fastuosa actuación, así que Malone activó la opción Aaron Gordon como hiciera contra los Lakers con un éxito rotundo: 27 tantos del ala-pívot para erigirse en el máximo anotador.
Gordon es un divertido juguete con el que jugar por su impresionante versatilidad. Como sucedió ante el conjunto de púrpura y oro, uno de los beneficios que dio el número 4 del draft de 2014 fue desactivar la eficacia defensiva de disponer dos grandes en pista con la adición de Kevin Love, mismo caso que los Lakers con Rui Hachimura.
Love se presentó como el complemento ideal a partir del segundo encuentro para defender el pick and roll de Jokic y Murray, cerrando como tercer hombre el ‘roll’ del serbio mientras Adebayo y el pequeño pequeño centraban su atención en el canadiense. La contrapartida, dejar más libre a Gordon.
Pero el ala-pívot puso sobre la mesa su combinación de inteligencia, tamaño y potencia atlética, amasando puntos cortando por línea de fondo y bajo el aro desde la posición de ‘dunker spot’, desde la que fija a Love lo suficiente como para que cierre la continuación a destiempo sobre un Jokic que halla a Gordon bajo el aro sólo con que el ex de los Cavaliers vaya un poco tarde.
No obstante, el ’50’ de los Nuggets, aparte de extraordinaria defensa, es mucho más, y también puede castigar a Love. Obligándole a salir a puntear el tiro con su subestimada amenaza exterior -un tremendo 41% en estos playoffs tras el 20% del año pasado con Denver sólo jugando una ronda-, atacándole desde el perímetro o haciendo de bloqueador para que Murray ataque al ex de los Cavaliers en el ‘pick and roll’.
Y con su 2,03 y su envergadura, Aaron Gordon castiga el ‘small-ball’ de los Heat sin Love en pista, posteando y esperando en la pintura para recibir el balón doblado como un pívot puro. Otro dolor de cabeza más para Miami, que ve cómo los Nuggets tienen soldados de sobra para castigar toda excesiva atención sobre su pareja perfecta.
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Los Nuggets, con actores inesperados de sobra
¿Dónde está el factor X de los Heat?
Mientras los tan inesperados como necesarios factores X han desfilado en los Nuggets -Christian Braun, Aaron Gordon, Bruce Brown…-, en los Heat no aparece ninguno desde Kevin Love en el Game 2. Y no sólo eso, sino que aparte del rendimiento de Jimmy Butler por debajo de lo habitual, otros que eran una garantía como Gabe Vincent están fallando, con 7 puntos y 0 asistencias en el tercer partido y sólo 2 tantos y ningún pase de canasta en el cuarto.
Los Heat necesitan que se ‘presente’ mucha más gente si quieren, por lo menos, evitar un anillo fácil de Denver. Aunque, conociéndoles, ellos buscarán que todo cambie para poner un apoteósico final a su historia.