Manu Sánchez
fue presentado el jueves, de manera telemática, como nuevo jugador de Osasuna. Un acto que bien podía haberse producido en el mes de agosto, cuando el canterano del Atlético de Madrid tenía todo listo para marcharse a Pamplona. Entonces, Diego Simeone, ante la falta de otro lateral izquierdo que compitiese con Lodi, le cerró la puerta de salida. Y ahora se la ha abierto.
El futbolista tratará de ganarse la confianza de Jagoba Arrasate en El Sadar para acumular minutos y experiencia en Primera división. Es el objetivo principal tanto de Manu Sánchez como del Atlético de Madrid, que hace unos meses amplió el contrato del canterano hasta 2025, prueba de la confianza que tienen depositada en él en el Wanda Metropolitano.
Han pasado muchos años, pero el ahora lateral rojillo hasta el 30 de junio tiene un espejo de un futbolista que dejó huella en el Atlético, equipo del que fue capitán varios años. Nos referimos a Antonio López. El de Benidorm se retiró en 2014, después de hacer carrera en el conjunto de toda su vida. Pero para ganarse un sitio en el cuadro colchonero, tuvo que salir cedido. A Osasuna.
En 2002, y tras haber debutado con el primer equipo de la mano de Luis Aragonés, Antonio puso rumbo a Pamplona. Allí pasó dos temporadas en las que jugó más de 70 partidos en Primera división. Su buen desempeño en El Sadar, donde se ganó a todos, le sirvió para regresar al Atlético en el verano de 2004. Y ya lo hizo con un cartel de titular que no abandonaría hasta mucho tiempo después.
Como rojiblanco disputó casi 300 partidos, en los que hizo 13 goles y en los que conquistó tres títulos, dos Europa League y una Supercopa de Europa. Trofeos que, como capitán, pudo ofrecer en Neptuno a todos los aficionados.
A
ntonio se marchó a Osasuna con 20 años. Los mismos que ahora tiene Manu Sánchez, que apenas tenía dos años cuando el que fuera capitán colchonero aceptó la propuesta del club rojillo para acumular minutos y experiencia en Primera división. Lo mismo que busca ahora el también canterano, cuyo debut podría producirse el domingo en Barcelona frente al Espanyol en la tercera ronda de la Copa del Rey.
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