Modric y Koke, la segunda juventud de la sala de máquinas del derbi

El derbi entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid de este sábado tendrá un duelo precioso en el centro del campo. Un duelo entre dos futbolistas que están viviendo una segunda juventud como es el caso de Modric y Koke. Ambos son los timones de sus equipos.

A sus 35 años sorprende el estado de forma del croata. Lo cierto es que después de que ganase el Balón de Oro en 2018 poca gente podía esperar que un nivel tan alto en su juego se prolongase mucho en el tiempo. Pero cuando muchos jugadores se están retirando, Luka se encuentra siendo uno de los referentes de todo un Real Madrid.

Al que llegó en 2012 procedente del Tottenham. Le costó adaptarse pero poco a poco se fue convirtiendo en el dueño y señor del centro del campo blanco. Llega ocho temporadas vestido de blanco. Y en la actual campaña se ha hecho indispensable en Liga. 789 minutos ha disputado repartidos en los once partidos que han jugado los blancos y en los que ha anotado un tanto.

Koke corre entre Kroos y Modric.
Koke corre entre Kroos y Modric.

Hace más de diez años que Koke debutase con el Atlético de Madrid. La campaña pasada atravesó por un bache de juego que provocó que más de uno creyese que no le quedaba mucha cuerda al máximo nivel, pero poco a poco y después de recuperarse completamente de unos problemas físicos ha ido cogiendo peso en el equipo y puede que esté en el mejor momento de su vida. Por este motivo ha vuelto a ser el referente del equipo y de la Selección española.

Esta campaña ha jugado los 10 partidos del conjunto rojiblanco en la Liga. 717 minutos en total. Aún no ha marcado goles ni ha dado asistencias. Pero desde que Simeone le colocó en el doble pivote el equipo está jugando a lo que dicta el futbolista vallecano. Uno de los motivos por el que los colchoneros van líderes.

Una comparativa en la que llama la atención la estadística de los pases que han dado Modric y Koke en esta Liga. 589 ha dado el croata en once partidos por los 590 del vallecano. Sin duda alguna que el juego pasa por sus botas.


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