Mujeres saudíes bailando el ‘Despacito’


Cuenta la leyenda musulmana que cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso se perdieron por el mundo, tuvieron hijos y se acabaron separando. Adán fundó La Meca, la ciudad sagrada donde acuden los creyentes en peregrinación al menos una vez en su vida. Eva se estableció en Jeddah y aquí está enterrada. Las dimensiones de su tumba son excepcionales, decían que ellos eran dos gigantes. La Supercopa permitió a las descendientes de Eva presenciar el partido entre el Valencia y el Real Madrid con total normalidad. Menos público de lo esperado en el majestuoso estadio – poco más de media entrada- y muchas mujeres de todas condiciones y que pudieron escoger las localidades sin importar el sexo. El año pasado, en la Supercopa de Italia, las mujeres saudíes debían acudir con alguno de sus familiares y en el ‘gallinero’. Un año después, ellas han ganado un partido mucho más importante que una Supercopa, vivieron el partido como un paso más hacia la libertad.



Carteles pegados a mano en algunos baños ahora para mujeres. Entre el personal de control o en las áreas vips. muchas mujeres encantadas no tanto de presenciar un Real Madrid-Valencia sino de hacerlo en libertad.

El Real Madrid ha perdido gancho sin Cristiano Ronaldo. El más aclamado por el estadio cuando la megafonía anunciaba las alineaciones después de pinchar el ‘Despacito’ sin que nadie se escandalizase -y hasta bailando- Zidane, es el que más expectación despierta. Pero no es suficiente para llenar un estadio de 62.000 espectadores, imponente, majestuoso. Algo más de media entrada y la versión oficial es que una empresa de reventa se hizo con un paquete de más de 17.000 entradas que no ha colocado. Llegar al estadio con el tráfico infernal era casi un imposible y en la segunda mitad las gradas presentaban mejor aspecto.

Carteles pegados a manos en algunos baños del estadio que ahora son para ellas

Los seleccionadores Luis Enrique y Jorge Vilda con sus equipos de trabajo acompañaban a Luis Rubiales en el un palco real. ‘Waka.waka’ de Shakira y la ‘playlist’ más occidental sonaba en el estadio King Abdullah con fuerza mientras en el video-marcador enfocaban a la grada y se producían las tradicionales escenas de alegría. Todo muy normal.

La RFEF desayunaba por la mañana con las últimas noticias del conflicto Irán-USA y con la tranquilidad de saber que el embajador Álvaro Irizar – que acudió a presenciar el encuentro- estaba en continuo contacto con la expedición a Jeddah. “Tranquilidad absoluta”, era el mensaje a los clubes. La embajada en Ryad remitía al Ministerio de Exteriores para conocer más detalles. Ya por la tarde, un golpe para los que llevaban dos meses trabajando en este partido. El chófer que llevaba a Valverde y Busquets a la rueda de prensa se le ocurrió que era mejor llevarlos al estadio en vez del campo de entrenamiento. Y después de cuidar hasta el más mínimo detalle te das cuenta que aquí el ritmo es totalmente distinto. Queda mucho por hacer en este país y no sólo en la conquista de libertades.


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