Nicolás Coronado es hijo de famosos, el actor Jose Coronado y la modelo Paola Dominguín, pertenece al clan Bosé y también ha encontrado ya su propio hueco en el mundo de la interpretación donde va dando pequeños pasos en series como No soy como tú, Tierra de lobos, Águila roja o Servir y proteger. También ha tenido papeles en películas como El amor no es lo que era o Novatos y oro.
Pero aunque su rostro es conocido y se asomó al mundo con apenas un año desde la portada del disco Los chicos no lloran, de su tío Miguel Bosé, ahora sabe con 32 que nadie regala nada en el mundo de la actuación por mucho apellido famoso que te acompañe y aunque tu familia haya plantado raíces en campos del arte tan variados como el de la música, el cine, el diseño o las pasarelas. Nicolás Coronado no parece ser de los que se estresan, pero sí ha cogido al vuelo una oportunidad de oro para que el público le conozca por él mismo, el concurso de cocina MasterChef Celebrity, donde está dando una lección de esfuerzo, educación, serenidad y compañerismo.
No es un guapo de libro, pero tiene un rostro atractivo enmarcado por sus ojos claros y una sonrisa serena que invita a la conversación. En el concurso deja ver que es un hombre pausado, conciliador pero también dispuesto a esforzarse al máximo y a dar una vuelta de tuerca a lo evidente, sean recetas o papeles cinematográficos. El caso es que el hijo de… se está ganando el favor de los espectadores del programa y se perfila como uno de los concursantes con posibilidades de ganar, y además sin momentos de estridencias, salidas de tono o enfrentamientos con los miembros del exigente jurado.
Con estas bases no sorprende que Jose Coronado manifestara que él fue una de las personas que más le ayudó a cambiar su ritmo de vida cuando sufrió un infarto en abril de 2017. Nicolás fue fundamental en la recuperación del actor: le ayudó a conectar con la meditación e incluso le acompañó a un viaje al Himalaya con Jesús Calleja. A él su padre también le atribuye otras transformaciones: “Desde que nació mi primer hijo, me cambió la vida. Vino al empezar yo la profesión. Cuando no lo tenía, necesitaba menos de lo que me autoexigí al verlo en mis brazos”, explicó el actor en una entrevista a este diario.
Nicolás ha vivido largas temporadas con su padre pero hasta los 10 años lo hizo en el campo con su madre, concretamente en un pueblo de Segovia, Brieva, donde su abuela Lucía Bosé tenía una casa y decidió pasar también sus últimos años. Esa manera de vivir caló en él y todo el tiempo que le permiten sus compromisos profesionales los pasa en un pueblo a las afueras de Madrid donde le acompañan seis perros, cinco gallinas y cuatro cabras. Un entorno que afirma le da “paz y energía positiva”.
Ha estudiado en el colegio Estilo de Madrid, un centro fundado por Josefina Aldecoa que hasta su cierre recogía el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza y donde hacen mucho hincapié en la ciencia y el arte, pero también en la historia de la ópera por ejemplo. Después continuó en el Liceo Europeo y más tarde optó por estudiar Bellas Artes y Comunicación Audiovisual en la Universidad Europea de Madrid. Pero las trayectorias de sus padres pesaron en su desarrollo profesional: ha hecho sus pinitos como modelo, igual que su madre, y finalmente cayó en las redes de la interpretación haciendo honor al apellido Coronado. Para ello se ha formado en Studio Corazza, por donde han pasado actores como Javier Bardem, Elena Anaya. Sergio Peris-Mencheta, Juana Acosta o Alicia Borrachero.
Pero a Nicolás Coronado aún le queda otra pasión artística menos conocida en su currículo: le gusta pintar y querría llegar a vivir de sus cuadros que firma como Lando, el nombre del protagonista de una historia que escribió y que según ha explicado “es un personaje valiente que dejó todo para perseguir sus sueños”. Define su estilo como “pintura figurativa e impresionista” y, como no podía ser de otra manera le gustan los artistas que “abordan el deseo espiritual”. De los clásicos se queda con Rubens y de los contemporáneos con Rhads Cheboha, según desveló en una entrevista.
Tiene las ideas claras y afirma que adora a toda su familia, la paterna y la materna, pero valora más a la gente que le busca a él más que de dónde viene. Y entre sus tatuajes figuran dos pájaros. ¿Saben por qué? Porque para él simboliza la libertad, la misma con la que ahora sorprende en MasterChef Celebrity y que guía su vida.
Source link