Siempre que Imanol
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Odegaard volverá a la zona que conecta el tráfico de la medular con la pólvora de la delantera. El noruego emerge como refuerzo de lujo para el partido de mañana en el Bernabéu, un espaldarazo como la copa de un pino en busca de una victoria de campanillas. El noruego ha superado su lesión en el tobillo.
La sucesión de acontecimientos ha desencadenado en que Odegaard acumula dos entrenamientos completados al mismo ritmo que sus compañeros y sin ningún género de problemas. El internacional se ha despojado del edema óseo que le ha incordiado desde las jornadas contra Celta y Levante y, con un programa progresivo y la inestimable colaboración de la detención de la Liga, se presenta en la visita al Real Madrid con todas las prestaciones necesarias para ser titular.
Es como si Odegaard hubiera proclamado el siempre tajante ‘aquí estoy yo’ a las puertas de un partido que no es precisamente de andar por casa. No para la Real, tampoco a título personal. El noruego se enfrenta al Real Madrid, equipo al que pertenece, por primera vez desde que con 15 años firmó con la entidad de Concha Espina.
Odegaard emerge en los planes de Imanol tras dos jornadas de ausencia. Un regreso que se antoja vital para una Real que persigue reeditar la gloria de la pasada temporada. El nórdico ha logrado convertirse en una de las sensaciones no sólo txuri urdin, sino de toda la Liga, desde que en agosto empezara a sentar cátedra en la mediapunta. Recuperar su figura se parece a la panacea para los realistas.
Todos los minutos estando sano
La Real ha funcionado con Odegaard al mando. Once partidos con el noruego se han saldado con seis victorias, un empate y cuatro derrotas, más de punto y medio por actuación. Siempre que ha podido, el nórdico ha jugado todos los minutos. 90 en cada encuentro, hasta caer lesionado y ausentarse contra Granada y Leganés. Es elemental en el esquema.
La Real se hubiera clasificado en el sexto puesto de un ranking que contemplara los once partidos que ha disputado Odegaard. Sin su concurso, los txuri urdin no han perdido, sumando cuatro puntos de seis posibles, aunque el análisis se relativiza por inercia cuando el segmento se limita a dos jornadas. El margen es muy estrecho.
Una influencia total
Los términos numéricos definen a Odegaard con tres pases de gol y dos dianas. Más allá de las cifras, que también son destacadas, el fútbol es álgebra para el futbolista de Drammen. Su ramillete de signos es tan heterogéneo, que la Real ha carburado en torno a su imaginación en muchas fases de la temporada. Su influencia es total.
La Real se lanzó al mercado en deliberada búsqueda de un mediapunta que no tenía. Odegaard responde con visión de juego, calidad en el pase, talento en la conducción, elegancia y un intenso grado de espíritu batallador. Un refuerzo de lujo para jugar en el Santiago Bernabéu.
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