Para de llover pero sigue la tormenta en Heliópolis

Jordi Santamaría
Sevilla

Partido clave el que tiene este sábado el Real Betis en el Villamarín, donde Rubi apura sus opciones de permanencia en el banquillo bético, que pasan por enlazar una serie de triunfos seguidos y parece inexcusable que el primero sea este ante el Valencia, que vuelve al estadio donde ganó la pasada Copa del Rey con un ojo puesto en la cita del próximo miércoles ante el Chelsea, decisiva para su futuro en la Champions
League.

Tras varios días de intensas lluvias anoche amainó el temporal en Sevilla, aunque por Heliópolis puede volver a desencadenarse en cualquier momento la tormenta pese a que se prevé una tarde luminosa en la ciudad del sol. En el fútbol todavía no se ha inventado la tranquilidad para el entrenador que no gana, así que la sensación que tiene Rubi de “ir al matadero” desde hace varias jornadas, en especial tras sumar un punto de doce ante Villarreal, Eibar, Real
Sociedad y Granada, es lógica y normal, pues tras darse un respiro al ganar al Celta y empatar en el Bernabéu sufrió otro revolcón al perder el derbi en el último partido antes del parón, aquí mismo en el Villamarín. Esa tranquilidad que reclama Rubi solo se logra ganando o transmitiendo el equipo una serie de sensaciones que hasta la fecha tampoco ha transmitido. Y ya va siendo hora.

Entre Betis y Valencia suman hasta trece bajas para este partido: seis los los locales y siete los visitantes, que llegan con siete puntos más y encadenan siete partidos ya sin perder con los verdiblancos. Rubi no podrá contar con Feddal y Bartra y Celades solo pierde a Kondogbia en relación al último partido, por lo que los cambios en los onces titulares serán contados y, mayormente, por obligación.