Naroa
pisa el césped de Mendizorroza con una personalidad arrolladora. Mira con firmeza, segura de sí misma, como si esos 15 años que cumplirá el 16 de mayo fueran pura anécdota porque ella es ya una veterana. Me fascina
Naroa
, como posa para la cámara y como mima el balón, acomodándolo en ese cuerpo fibrado que ha vivido ya mucho fútbol.
Su padre,
Iñaki García
, jugó en Tercera y su tío, Javier, en el Deportivo Alavés. A ella su aitite (abuelo) la hizo socia al día siguiente de nacer. Desde los 3 años que le da al balón
Naroa
, desde los 8 años que empezó en la escuela del Alavés. Porque el club, centenario desde este sábado, lo ha hecho muy bien con el fútbol femenino, con las Gloriosas. El equipo profesional se fundó en el 2017 pero la cantera hacía tiempo que la mimaban. Quieren que las Gloriosas sean un estímulo para las niñas de Vitoria que aman el fútbol y su club, como
Naroa
.
El referente de esta adolescente despierta y carismática son “
Mapi León y Antoine Griezmann, porque intenta superarse partido a partido aunque no le salgan bien las cosas”. Referentes blaugrana, claramente. Y es que el mejor recuerdo futbolístico que guarda
Naroa
es cuando su padre la llevó al Vicente Calderón para vivir en directo la final de la Copa del Rey entre el Deportivo Alavés y el Barça. Una fiesta.
Ella, que ganó la Donosti Cup, que tiene su casa llena de trofeos, es el vivo exponente de cómo trabaja el grupo Baskonia-Alavés en pos de su comunidad. Nada es ficticio. Nada es para quedar bien. Los proyectos se los creen, son honestos con las propuestas, sea cual sea. Y en el fútbol femenino lo tuvieron claro desde el primer día pero trabajaron el proyecto para que fuera duradero.
El sueño de
Naroa
es debutar con las Gloriosas, que ahora juegan en la división de Plata, y con la selección española. Y de mayor quiere ser “futbolista y compaginarlo con ser profesora de Educación Física”.
La secretaria técnica de las Gloriosas,
Dafne Triviño
, reforzó el equipo esta temporada para competir en el reto Iberdrola. En el primer partido de la temporada, Joseba Basarrate
hizo debutar a la jugadora del filial,
Miku
, una joven promesa japonesa.
Naroa
mira a la cámara. “No se me dan bien los toques”, dice después de sumar más de treinta… Quédense con su cara, con esa mirada segura y profunda. No olviden su nombre.
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