“Poner a Gaizka Garitano fue un gran acierto”, afirma Javi Olaizola


El actual míster del Arenas formó como titular del Mallorca en el inolvidable partido de los pantalones verdes del Athletic en el Sitjar que acabó 6-1. Javi
Olaizola (Donostia, 28-11-1969) ejerció nueve temporadas consecutivas como jugador bermellón (272 partidos oficiales) y luego, tras colgar las botas, ocupó en dos periodos diferentes el banquillo insular. Toda una referencia futbolística en Palma.



¿Qué tal en el Arenas?

Estoy muy contento. Se me presentó la oportunidad de entrenar en el Arenas de Getxo, un club histórico. Conocí a Manu
Franco, que entonces era el director deportivo, y me animé. Muy contento.

Y eso que el equipo no ha empezado bien la Liga…

No, no hemos empezado bien después de una pretemporada bastante buena. No estuvimos mal ante el Salamanca, aunque perdimos por tres situaciones de errores individuales. Contra el Tudelano estuvimos mal y frente a Osasuna B, muy mal. Lo peor, con todo, es que en una plantilla corta como la que tenemos montada se nos lesionaron en el primer partido Gorka
Luariz, cruzado anterior, y Aitor
Ramos, fisura del peroné.

Mañana Mallorca-Athletic. ¿Le trae recuerdos este enfrentamiento?

Claro que sí, muy buenos además. Jugar contra el Athletic siempre era un partido especial por el potencial que tenía. Claro que me trae recuerdos.

¿Había más pique del normal en sus tiempos?

Lo típico de un partido de fútbol de Primera. Al final estás compitiendo, cada uno defiende sus intereses y en cualquier momento pueden saltar chispas. Todo hasta que el árbitro pita el final.

¿Se acuerda de aquel 6-1 de los pantalones verdes?

De algo me acuerdo, Una anécdota. Coincidió con lo de los pantalones verdes que además luego les metimos seis y ya se sabe. Al final, el que es un poco supersticioso lo achaca un poco a eso. Casualidad.

Aquel fue el último duelo en el Sitjar, pero al año siguiente también pasó algo con la ropa del Athletic en Son Moix…

De eso ya no me acuerdo, pero me imagino que sí ocurrió algo la primera vez, el Athletic diría que ni hablar después de lo sucedido la temporada anterior (entre risas).

Les darían al final aquel pantalón verde porque el Athletic lleva también rojo y negro y la alternativa fue sin ninguna malicia. Un color para que se diferenciaran más

¿Tuvieron algo que ver los jugadores del Mallorca en aquellos pantalones verdes?

Yo creo que fue tema de utilleros. No les dejarían jugar como siempre porque el árbitro entendería que se podían confundir las indumentarias y me imagino que se llegaría a un acuerdo entre los utilleros. Les darían al final aquel pantalón verde porque el Athletic lleva también rojo y negro y la alternativa fue sin ninguna malicia. Un color para que se diferenciaran más.

¿Recuerda a quién tuvo que marcar?

Aquel día, a Urzaiz. ¡Menudas peleas! Urzaiz era un animal que no veas.

¡Menudos años aquellos del Mallorca!

Fueron buenísimos. Cada año que hacíamos bueno todos pensábamos que superar eso iba a ser casi imposible; pero nos poníamos manos a la obra y conseguíamos resultados mejores. Un recién ascendido y desde la llegada de Cúper el equipo empezó a funcionar de forma sobresaliente. Conseguimos cosas muy importantes.

¿Y cómo se explica lo que le pasó al Mallorca después (descenso a Segunda e incluso a Segunda B)?

Cuando un Primera baja hay una serie de avisos, sobre todo en equipos que venían haciendo las cosas muy bien y había un rendimiento deportivo excelente. Se van haciendo cosas mal a todos los niveles. Ya hubo un año en que el último partido se libró contra el Valladolid, otro que también se libraron a última hora. Al final cuando vas pegando al larguero es bastante posible que en una de esas te equivoques y te vayas para abajo.

Cuando cogí al Mallorca a falta de tres partidos, nadie de España ni del resto del mundo quería ese banquillo

Tras colgar las botas, ya como entrenador, le tocó coger al Mallorca en una situación límite.

Sí cogí al equipo en Segunda A a falta de tres partidos. Tres partidos contra tres rivales que se jugaban mucho. El Girona, el descenso y Las Palmas y Córdoba, que fueron los que promocionaron para subir y ascendió el Córdoba. El equipo se libró de milagro con un gran presupuesto y con jugadores con experiencia en Primera.

¿Aquella temporada (2013-14) era su primera como entrenador?

Yo había entrenado siempre en el fútbol base y ese año había ido a la isla de casualidad después de estar cinco años en San Sebastián. Me llamó Toni
Prats, que era el director deportivo, y empecé a hacer de coordinador del fútbol base por las mañanas y por las tardes entrenaba al cadete. Llegó el momento en que nadie quería coger el primer equipo; pero nadie de dentro, ni nadie de España ni del resto del mundo. Me dijo a ver si me atrevía, le dije que estaba convencido de que lo íbamos a sacar y así fue.

Pero esa no fue su única experiencia en el banquillo del Mallorca…

Me volvieron a pasar la patata caliente de cogerlo después de la destitución de Fernando
Vázquez, entonces con una plantilla de muchos jugadores de Primera que vinieron a retirarse a la isla. El equipo pegó un cambio y jugábamos bien, pero todos los partidos tenías cuatro o cinco ocasiones y el rival una y te metía dos. A falta de diez partidos decidieron sustituirme. Para mí fue un gran alivio, porque yo no quería ser el protagonista del descenso del equipo de mi vida, con el que había triunfado como futbolista. Fue un poco corroborar todo lo mal que se había hecho. En diez partidos no fueron capaces de salvar la categoría.

El Mallorca ha acertado con el cuerpo técnico y con el perfil de jugadores que tenía que contratar para llegar a Primera

¿Y qué ha cambiado ahora en el Mallorca?

Primero, que acertaron con el cuerpo técnico, que conlleva también un factor elevado de suerte y, sobre todo, acertaron con el perfil de jugadores que tenían que contratar. Jugadores con hambre, jugadores con ganas de triunfar, de seguir progresando. No hay que olvidar que la última eliminatoria en Segunda contra el Depor allí perdieron 2-0 y no lo tenían nada fácil. El equipo creyó y se llevó el premio gordo.

¿Mantiene relación actualmente con el Mallorca?

Claro que sí. Tengo muy buen trato con el consejero delegado, con el director deportivo…

¿Qué partido intuye mañana en Son Moix?

Al Athletic le veo muy fuerte. Un equipo muy intenso, con presiones muy exigentes al rival, que tiene las cosas claras, que tiene futbolistas de medio campo hacia delante con verticalidad, con un Williams en estado de gracia y cada día progresando más… Va a ser un partido muy difícil para el Mallorca. Aunque de nueve puntos ha sacado tres, el Mallorca estuvo bien ante la Real y el Valencia pese a perder. En casa están muy fuertes.

Hay un ADN de fútbol vasco que lo tiene ya solamente el Athletic: pelea, lucha, entrega

¿Se nota el sello de Gaizka Garitano en el Athletic?

Fue un gran acierto por parte del Athletic cuando destituyeron a Berizzo poner a un hombre de la casa, con las ideas claras. El equipo empezó a funcionar teniendo claro todo lo que tenían que hacer en el campo. Eso les permitió pasar de una temporada que pintaba muy mal a pelear por Europa hasta el final. Hay un ADN de fútbol vasco que lo tiene ya solamente el Athletic: pelea, lucha, entrega. Gran parte de responsabilidad de todo lo bueno que le está pasando al Athletic es de Gaizka.

¡Se nota que Garitano ha pasado por el Eibar! Lo mismo que Capa, Yuri y Dani García…

Claro, cuidado con los que pasamos por Eibar. Tenemos implantado un ADN que no muchos jugadores y entrenadores tienen. Soy un fanático del Eibar porque junto al Mallorca son los dos clubes de mi vida. Cuando pasas por allí, la verdad es que te marca en cuanto a valores, forma de juego, principio futbolísticos.

¿Y cómo reciben ahora a Olaizola en Mallorca?

La afición me tiene mucho cariño. Siempre, como ahora en el Arenas, me dejo la vida por el escudo que defiendo. Aquellos años tan buenos que tuvimos la gente no los olvida. A mí me quieren mucho por mi carácter porque soy un tío muy accesible, muy cercano.

El exmallorquinista es hermano de Olaizola, aquel defensa de la Real bicampeona de los Arconada, Zamora, López
Ufarte y compañía. “Julio, el mayor de los hermanos, jugaba de lateral zurdo en aquella histórica Real y Mitxelo, el mediano, ha estado hasta hace un año de utillero de la Real”, aclara el menor de los Olaizola.

“La ilusión más grande que yo tenía desde pequeño era jugar en la Real, algo que al final no pudo ser. Luego, eso sí, tuve la suerte de jugar en el Eibar y ahora soy más del Eibar que de la Real”, aclara.

Javi
Olaizola debutó como futbolista de Primera División en el Burgos. En aquel equipo había entonces una amplia representación de futbolistas exrojiblancos. “Yo debuté en el Burgos formando parte de una plantilla en la que también estaban Joseba
Agirre, Luis
Fernando, Del
Val, el portero Iñaki, Elduayen, Loren, Bengoetxea… Éramos el clan vasco, un clan muy majo. Normalmente solíamos ir a comer todos juntos a la casa de la señora Carmen”, recuerda con añoranza el actual míster del Arenas.




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