Al contrario de lo que siempre ha sido habitual, la demarcación de portero es una de las que no tiene propietario en la Real. A punto de cumplirse el primer tercio de la competición, Álex
Remiro y Miguel
Ángel
Moyá están casi a la par en cuanto al protagonismo que les ha dado Imanol
Alguacil. Hay dos números uno.
Más que un efecto rotatorio, el entrenador ha decidido apostar primero por Moyá y más tarde entregar la batuta a Remiro. Una sucesión en el poder más que un toma y daca. El balear fue el portero de la Real en seis de las siete primeras jornadas. Remiro suma cinco partidos, entre ellos los cuatro últimos.
La tendencia invita a pensar en que Remiro aspira a consolidarse como guardameta titular, aunque no hay que olvidarse de que Moyá ha jugado más. Si no hay sorpresas, tal superioridad del mallorquín es cuestión de tiempo. En estos momentos, prevalece la igualdad. Moyá recauda el 58% de los minutos. Remiro se pone a rebufo con un 42%.
La Real ha encajado 13 goles en las 12 jornadas celebradas, por lo que no acusa el reparto del protagonismo bajo palos (1,08 por partido). Una media sostenible, sin la que sería imposible que la notable dinámica del equipo resistiera. Moyá ha recibido 1,29 goles por partido (9 en 7 partidos). La media de Remiro es mejor: 0,8 tantos en contra (4 en 5 partidos), si bien ha tenido menos margen para lucirse o para naufragar.
Moyá, más luces que sombras
A sus 35 años, Moyá es el futbolista más veterano de la plantilla. No es que sea un extremo extraño en un grupo profesional, al revés. Quizá para que aportara la sabiduría que ha ido absorbiendo con el paso del tiempo, el insular recogió el guante que le entregó Imanol en los compases originarios de la temporada. Fue el primer titular.
Las luces ganaron por goleada a las sombras en la evaluación que cabe hacer de las actuaciones de Moyá. La Real se sintió segura con un centinela tan sobrio y su presencia no causó ningún estrago. Cuajó un partidazo en un campo que examina con dureza a los porteros como Mestalla y la Real sacó un punto contra el Valencia.
El mallorquín fue decisivo en la gran victoria contra el Atlético de Madrid, con dos intervenciones soberbias para sujetar aquel 2-0. Sí falló en San Mamés, ya que pudo evitar el gol que le hizo Raúl
García y que decantó el derbi vasco.
Es pronto para Remiro
Cinco partidos es un periodo muy escaso como para trazar un veredicto sobre Álex
Remiro. De momento, el cancerbero navarro apunta maneras, sin que su hoja de servicios sea inmaculada.
Remiro alterna virtudes y defectos. El ex del Athletic fue el mejor de la Real en la derrota contra el Levante, con una colección de intervenciones meritorias. El gol que le endosó el Granada es responsabilidad suya, mientras que su golpeo en largo con el pie está siendo asombroso. Es la apuesta por antonomasia del club para el futuro
Remiro y Moyá se entrenan a diario con Andoni
Zubiaurre. Luce el dorsal 30 cada vez que entra en una convocatoria, es un miembro más del primer equipo en la actividad de Zubieta y ya no juega con el Sanse. Es, por lo tanto, lo más parecido a un futbolista de la Real a todos los efectos y además Imanol
Alguacil le nombra siempre que es públicamente preguntado por la situación de la portería. De momento, no cuenta para los partidos. Natural de Ordizia y guardameta de la cantera, Zubiaurre sí jugó el último amistoso contra Osasuna y evitó la derrota con un vuelo descomunal en el última jugada
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