Puño de hierro en los derbis


Hubo un tiempo en el que los derbis eran para la Real un jeroglífico indescifrable. En los que los duelos ante el vecino eran un Vía Crucis. El motivo resulta obvio. El Athletic era uno de los grandes dominadores de la Liga y probablemente de esos tiempos del No-Do data aquello de que para el equipo rojiblanco sus duelos de rivalidad son ante el Barcelona y el Real Madrid. Hasta que la Real regresó a Primera en el ascenso de Puertollano, en 1967, el Athletic había ganado seis de sus ocho ligas y 20 de sus 23 Copas. La distancia entre bilbaínos y rojiblancos era enorme y se reflejaba en los derbis.



Hasta entonces, para la Real era casi una gesta ganar al vecino: sólo lo logró en 9 de los 46 partidos disputados entre la creación de la Liga en 1928 y 1967: el 20% de los duelos.

Hoy, la realidad es bien diferente: el conjunto txuri urdin se presentará mañana en San Mamés en busca de su cuarto triunfo consecutivo, después de haber perdido sólo uno de los últimos siete derbis en Bilbao y tras haber conocido la derrota sólo en 5 de los últimos 18 duelos. Es el colofón de un cambio de tendencia que comenzó a gestarse en aquel año 1967 con una Real recién ascendida que no perdió ninguno de los dos partidos de aquella campaña de la rentrée.

Esos fueron los dos primeros encuentros de esta era en la que la que se puede decir que la Real ha dominado el derbi con puño de hierro. Ha ganado 40 de los 98 partidos disputados, ha empatado 27 y ha perdido 31. En estos últimos 52 años, el conjunto realista ha llegado a enlazar rachas de hasta 15 partidos sin conocer la derrota contra los vizcaínos. Sucedió entre 1992 y 2001. Otra tacada de 10, entre 1978 y 1983 y otra de 8, muy reciente, entre 2012 y 2016, ponen también de manifiesto que las tornas se han invertido en los últimos tiempos.

La tesorería también se iguala

Pero el cambio de tendencia no sólo se ha visto reflejado en el verde, sino también en la tesorería y en los despachos. En los últimos tiempos, el Athletic sólo ha sido capaz de convencer a Iñigo a golpe de talonario y el conjunto txuri urdin ha sido capaz de retener a sus grandes estrellas, la última de ellas Oyarzabal, ante ofertas vizcaínas.

No sólo eso, sino que ha sido capaz de ganar en el cuerpo a cuerpo pugnas por fichajes, como en el caso de Illarramendi o Merino. Monreal, que está a punto de ser jugador de la Real tras rechazar hace años al Athletic, puede ser un nuevo ejemplo de esta nueva coyuntura del fútbol vasco


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