Real Sociedad-Osasuna: La pandemia debe ser hoy de fútbol


Cuando ya hayan jugado todos los equipos, retomará la competición el más esperado, el que mejor fútbol ha hecho hasta la fecha, la Real Sociedad. Estos 96 días sin un partido de la escuadra txuri urdin por culpa del maldito coronavirus han sido interminables, pero la desescalada llega hoy a su punto culminante con el retorno del equipo de Imanol, que recibe a un mermado Osasuna en un desértico Anoeta (22 horas). La intención de los guipuzcoanos es continuar su obra donde la dejaron, conservar su cuarto puesto y a poder ser conquistar el tercero y para ello se apoyan en sus estadísticas más recientes, que son lejanas en el tiempo: siete victorias en los últimos ocho partidos y siete triunfos seguidos en encuentros oficiales en su estadio. Otro éxito sería el mejor recordatorio. La pandemia puede ser de fútbol esta noche en Anoeta.



El conjunto de Imanol aplicará hoy la máxima del despotismo ilustrado: ‘Todo para el pueblo, pero sin el pueblo’. Los 39.000 asientos vacíos del flamante coliseo donostiarra estarán hoy desocupados, escenario desangelado que el club intentará paliar con grandes lonas de apoyo al equipo, una representación de la hinchada en la hoy silente grada de animación y la caricatura de una trainera gigante en la parte baja de la tribuna este. Es la primera vez en la historia que la Real juega en casa sin su gente.

Su privilegiada situación de Champions, la dinámica previa al COVID-19, el hecho de jugar en su hogar y la escasa incidencia de lesiones, que no ha afectado a ninguno de los cracks, hacen de la Real claro favorito para este encuentro, pero no se fía de Osasuna. A ello hay que sumar que los donostiarras han derrotado al cuadro de Jagoba
Arrasate tanto en Liga (3-4) como en Copa (3-1) este curso, aunque en ambas ocasiones los rojillos vendieron cara su derrota. Osasuna sólo ha ganado uno de sus últimos 15 duelos en Donostia.

Capitanes a bordo

Imanol acomete el primer encuentro del nuevo fútbol, con 23 convocados, cinco cambios, sin abrazos ni público y con sus dos primeros capitanes a bordo. El oriotarra incluyó en su convocatoria de 23 tanto a Asier
Illarramendi, que se ha perdido los últimos 33 encuentros oficiales por lesión y sólo ha jugado tres en el último año y medio, y a Zurutuza, que no ‘rasca bola’ desde septiembre. Ambos se sentarán en el banquillo, con la mascarilla puesta y el gel hidroalcóholico aplicado, junto, entre otros, a los tres jugadores del Sanse elegidos por el técnico para este choque inicial: Pacheco, Zubimendi y Roberto
López. Canas y granos en un mismo espacio, con la distancia social obligatoria, claro. Los se quedaron fuera fueron los lesionados Sangalli y Guevara.

No se espera que el entrenador trastoque en demasía el cohete de equipo que le ha traído hasta aquí. Aritz o Llorente pueden acompañar a Le
Normand en el eje y arriba, Januzaj y Portu en la derecha y Willian
José e Isak en el centro optan a dos puestos. Más difíciles de sustituir son los del centro: Zubeldia y sobre todo Merino y Odegaard, claves en este equipo.

Con el de hoy, la Real comienza un rally de cuatro encuentros en 11 días, tres de ellos en casa -los siguientes visitantes son Real Madrid y Celta-, en los que quiere abonar sus opciones Champions.

Sin Chimy ni Rubén García

Osasuna, por su parte, no se resigna a ser una mera comparsa de la sensación liguera, que es la Real. Tratará de incomodar el juego de posición local presionando arriba, como siempre. Jagoba
Arrasate, extécnico realista, viene con su ataque muy mermado por la ausencia de Chimy
Ávila y Rubén
García, autores del 44% de los goles de su equipo, 15 de 34. Sí recuperó el de Berriatua a última hora a otros futbolistas como Roncaglia, Mérida o Moncayola.

Hoy sí que vuelve el fútbol porque retorna la Real.

La posibilidad de ampliar a 23 el número de convocados cada partido, de realizar cinco cambios y la frenética acumulación de encuentros en este final tan extraño abona el terreno a la presencia de jugadores del Sanse, inéditos esta temporada en la Real Sociedad. Los tres primeros elegidos por Imanol Alguacil fueron el central zurdo Jon Pacheco, el centrocampista Martin Zubimendi y el mediapunta Roberto López. El único que no ha se ha puesto la txuri urdin en partido oficial todavía es el defensa de Elizondo, una de las grandes perlas de la cantera realista.

Los tres jugadores del Sanse opositan a ser el primer ‘potrillo’ en saltar al ruedo en una presente temporada en la que el óptimo rendimiento de los jugadores del primer plantel y sobre todo la ausencia de lesiones les ha cerrado las puertas. Esto contrasta con lo sucedido el pasado curso, en el que se bautizaron en Primera nueve jugadores del filial, entre ellos Roberto López, en un partido en casa ante el Espanyol, y Zubimendi, también en Anoeta contra el Getafe. Los otros siete debutantes fueron Sangalli, Merquelanz, Sola, Aihen, Guevara, Barrenetxea y Le Normand.

Lo normal es que durante un partido el entrenador refresque la parte más ofensiva del equipo, por lo que quien quizá más opciones tenga de saltar al terreno de juego sea Roberto López. Zubimendi también se puede aprovechar de la ausencia de centrocampistas para gozar de alguna opción, aunque en su caso tendrá que competir por la plaza con dos históricos como Illarra y Zurutuza que vuelven.

Pacheco tiene por delante a Aritz, Le Normand y Llorente, pero cuenta con la ventaja de ser el único central zurdo.



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