Recuerdos de otra final de Copa… perdida

Estuve en 2012 en el Vicente Calderón, en 2015 en el Camp Nou y el pasado sábado en La Cartuja. Tercera final de Copa que he tenido la oportunidad de contar, de vivir y tercera vez que vi al Athletic perder. El día 17 tendré una nueva oportunidad ante el Barcelona.

Ya escribí la semana pasada que la final que yo quería que los leones ganasen es la que todavía queda por jugar, pero que eso no significaba que no quería que el equipo rojiblanco lograra la victoria ante la Real. No pudo ser. Veremos si contra el Barcelona, sí. Es la que tiene premio. Pero eso… será otra historia.

Llegué el viernes a Sevilla. El ambiente de periodistas era mayor que en la cita de la Supercopa. No solo por los/las compañeras que cubren la información de los rojiblancos, sino también por los que cubren a la Real. Digamos que en ese sentido había más sensación de final que en el mes de enero.

Luego, ya en lo ambiental, tan triste, que se me entienda, como en la cita de la Supercopa. La única nota en rojiblanco la puso la peña Óscar De Marcos Dos Hermanas, que surcó el Guadalquivir con una embarcación para acercarse hasta el hotel del Athletic para animar a los jugadores. Pero poco más. Es lo que toca, es lo que hay, pero a uno le cuesta asimilarlo. La Junta de Andalucía no descarta la presencia de público en las gradas en la final contra el Barcelona. Lo dudo. Pero eso será… otra historia.

Si en el día de la Supercopa entré al campo con los acordes de la canción ‘Dramas y comedias’ de Fangoria, el sábado en la final de Copa sonó el ‘Dieciocho’ de Dani Martín. No es familiar mío, pero quise ver una pequeña señal en la coincidencia del apellido. Claro que ahora caigo que en la letra de la canción hace referencia al Calderón y puede que el espíritu del 2012 volviera a aparecer. En fin.

Pupitre 44. Situado con Verónica Gómez. Todo preparado. A ver cuál nos toca el día 17. Pero eso… será otra historia.

Lo más destacado de la primera parte de la final del sábado es que llovió. Y bien. No se esperaba la lluvia, la verdad. Pensé, ¿a qué se suspende?

El que suspendió fue el Athletic. Fue un partido flojo. Con la emoción del resultado, pero poco más. Los detalles. Los errores. Cuántas veces se dijo en la previa. Dos detalles, dos errores. hizo el Athletic y los acabó pagando.

No hubo reacción. Ni de jugadores, ni de entrenador. La final emocional se perdió. Queda la del premio europeo. Pero eso… será otra historia.

Tras el partido toco aguantar, reflexionar. Vi lágrimas entre compañeros de profesión que cubren la información de la Real. Muy llamativo. Muy emotivo. Nunca he llorado por el Athletic. Al menos que yo recuerde.

No sé si algún día lo haré. Puede que el día 17 si el Athletic le gana al Barcelona, llore. Pero eso…será otra historia. Será cosa del otro jueves.


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