Remiro, el guardián de Anduva


Buena parte de las opciones de clasificarse para la final de Copa de la Real pasan por marcar algún gol el miércoles en Anduva. Es evidente que, en cuanto los txuri urdin acierten con la portería de Limones, las acciones del Mirandés en la bolsa copera descenderán considerablemente al verse obligado a anotar tres o más tantos para eliminar a la Real.



Ante el previsible asedio al que pueda someter el equipo de casa a la escuadra de Imanol, en cualquier caso, contar con una coraza de suficientes garantías que evite que la meta de la Real sea perforada también se antoja fundamental. Y es ahí donde emerge la figura de Álex
Remiro, llamado a ser el guardián de Anduva para los intereses txuri urdin.

Si en algún momento de su primera temporada como arquero de Primera le viene bien al guardamenta
navarro un partido como el del miércoles en Miranda es ahora. Tras una campaña en la que su rendimiento ha ido claramente en ascenso, Remiro llega al partido de vuelta de las semifinales de Copa, partido en el que se le vaticina un rol capital, en su mejor momento.

Que el de Cascante vive sus mejores días como portero realista lo atestiguan las cifras. El viernes frente al Valladolid encadenó por primera vez en Liga dos partidos consecutivos con la portería a cero, lo que no hace sino incrementar su autoestima. En enero también logró que dos equipos de Primera (Espanyol y Mallorca) no le marcaran consecutivamente, pero en partidos de Copa y Liga. El hecho es que en cuatro de los últimos nueve encuentros oficiales, Remiro no ha tenido que recoger ningún balón de sus redes y, en los cinco restantes, sólo el Real Madrid y el Leganés le han dos o más. Datos que corroboran la firmeza defensiva de la Real.

Madurez y seguridad

Por encima de las cifras, quedan las sensaciones. Remiro, que accedió a la portería de la Real de forma fugaz frente al Alavés
-también dejó la puerta a cero (3-0)- en la jornada seis y que llegó para establecerse definitivamente en la novena
ante el Betis (3-1), ha ido asentándose de forma evidente en la categoría, asimilando bien la responsabilidad que supone defender un histórico arco como el txuri urdin. Así, hoy transmite las mejores impresiones desde su llegada.

El viernes sin ir más lejos, frente al Valladolid, fue decisivo en la consecución de los tres puntos al evitar en dos ocasiones el empate pucelano. Primero en un disparo cruzado de Raúl García y, en especial, en la última jugada del encuentro cuando le cerró todos los caminos al gol a Sandro, que le remató a bocajarro de ‘punterón’.

Sereno y bastante preciso, como requiere la propuesta de Imanol, con el balón en los pies, y cada vez más decidido y seguro en el juego aéreo, Remiro ha sacado provecho a los 22 partidos que lleva disputados de forma casi consecutiva -sólo le cedió los guantes a Moyá en Becerril- para llegar al choque decisivo del miércoles siendo mejor portero. Preparado para ser el guardián de la Real en Anduva.


Source link