Rivian, el coche eléctrico de Amazon, supera a Ford y General Motors tras un gran estreno en Wall Street


El coche eléctrico se ha convertido en uno de los juguetes preferidos de Wall Street. Lo lleva demostrando Tesla desde hace unos meses, y lo ha probado de nuevo con creces Rivian, un fabricante de vehículos eléctricos que solo ha entregado hasta octubre 156 camionetas de su modelo R1T, la mayoría a empleados, pero al que los inversores ya han aupado a un puesto de honor en la industria norteamericana del automóvil.

La firma protagonizó este miércoles el mayor debut en Bolsa de una compañía estadounidense desde el de Facebook en 2012, gracias al cual ha recaudado casi 12.000 millones de dólares (cerca de 10.500 millones de euros). El precio de salida era de 78 dólares, pero en cuestión de minutos su cotización superó los 119 dólares, con revalorizaciones que llegaron a ir más allá del 50%. La fuerte demanda de sus títulos dejó finalmente su valoración en 100,73 dólares, un 29% por encima del precio de salida. Eso supone una capitalización bursátil de casi 88.000 millones de dólares según Bloomberg, lo que la convierte de golpe en la segunda mayor empresa del sector en EE UU, solo por detrás de la intocable Tesla y dejando atrás a dos históricas como General Motors y Ford. Si se mira a nivel global, ocupa el sexto lugar, superada por la propia Tesla, la japonesa Toyota, la alemana Volkswagen, el fabricante chino de coches eléctricos BYD auto y la también germana Daimler.

La fe de los inversores obedece a varias razones. Aunque las entregas de vehículos son todavía simbólicas, Rivian ha recibido ya 55.400 pedidos (que no terminará de cumplir hasta finales de 2023), según su folleto de salida al mercado. A ellos hay que añadir que fabricará para Amazon 100.000 furgonetas de reparto —las primeras 10.000 se entregarían el año que viene, las últimas en 2030—, sacando así beneficio del intento de la compañía fundada por Jeff Bezos de transformar su flota para que esté propulsada por energías limpias. Y la presencia en el accionariado de socios de renombre como la citada Amazon —dueña del 22,4% de la firma, lo que la convierte en el principal accionista— y Ford, que tiene un 12%, añade dosis extra de confianza en el proyecto.

El resto son casi todo expectativas. El mercado ha visto como Tesla despegaba hasta superar el billón de dólares de valoración bursátil, colocándose como la sexta mayor empresa del mundo —solo tiene por delante a Microsoft, Apple, la petrolera saudí Aramco, Google y Amazon—. Y en pleno bum de las Bolsas, en parte gracias a los decenas de millones de cheques entregados por el Gobierno de Joe Biden y la política de dinero barato de la Reserva Federal, los inversores buscan replicar las mismas lógicas con Rivian, la última promesa del mundo del coche eléctrico, y solo un recién llegado al índice tecnológico Nasdaq.

Promesas de futuro

La compañía cuenta ya con una estructura en marcha. Tiene 6.000 empleados, y en la información remitida al regulador estadounidense asegura tener capacidad para fabricar 150.000 vehículos anuales. Pero sus números son todavía rojo intenso: perderá 1.280 millones de dólares este trimestre. Y está muy lejos de otros grandes fabricantes a los que ya ha rebasado en valor: General Motors vendió 6,8 millones de vehículos en 2020. Y Ford 4,2 millones. Las luces largas del mercado, sin embargo, no tienen en cuenta las pérdidas de hoy, sino los beneficios del mañana, y ahí colocan a Rivian en una posición futura mucho más privilegiada en el hipotético mundo eléctrico por venir, que pretende desterrar los combustibles fósiles del depósito y las partículas contaminantes de los tubos de escape.

Ante el adelantamiento de Rivian, la consejera delegada de General Motors, Mary Barra, afirmó en un acto organizado por The New York Times que eso prueba que su compañía está claramente infravalorada. Pero las preferencias de los inversores en el sector están desconectadas de cualquier criterio basado en las ventas: Tesla vale tanto como sus siguientes nueve rivales juntos, incluido Rivian, pese a que vendió el año pasado apenas 500.000 coches.

Otros fabricantes de coches eléctricos como la empresa californiana Lucid Motors también aparecen bien situados en la carrera por hacerse un hueco en ese mercado que tarde o temprano parece llamado a ser dominante, aunque el despegue de un nuevo y feroz competidor en la figura de Rivian no le ha sentado nada bien. Los títulos de Lucid Motors cayeron este miércoles un 10%.


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