Fue un epílogo perfecto a lo que había sucedido en el terreno de juego. Ya es costumbre que cada vez que el Atlético de Madrid
se cruza con el colegiado valenciano Mateu Lahoz, haya algún episodio peculiar.
La relación del árbitro con el Atlético, especialmente con su entrenador, con Simeone, ha sido complicada en estos últimos años. Y la particular vara de medir del valenciano exasperó a los colchoneros en el derbi de Valdebebas. No es que le acusasen de haber sido la causa de la derrota, que obviamente fue deportiva, pero sí que sacó de sus casillas a muchos colchoneros.
Especialmene a uno, a Stefan Savic. El montenegrino fue el jefe de la defensa, tiró de jerarquía para tirar de sus compañeros en los peores momentos. Y al balcánico le contrarió que el colegiado tuviese, en su opinión, un criterio poco uniforme.
En concreto en la jugada que dio con el segundo gol del Real Madrid, con esa jugada que fue una falta frontal que acabó con un rechazo que fue a las botas de un Carvajal que disparó fortísimo. Con tan mala fortuna que el balón dio en el poste, tocó en la espalda de Oblak, y entró.
Savic se fue como una exhalación a por el colegiado para recriminarle que minutos antes, una falta calcada a Llorente no había sido señalada. Y la que generó el segundo gol sí. Calcada.
Pero no fue la única conversación entre ambos en el partido, porque el balcánico reprochó al árbitro varias jugadas similares. Y al finalizar el choque, con el jugador muy caliente por la derrota y por lo sucedido, Simeone se tuvo que llevar al central, agarrándolo y empujándolo, para que no se encarase de nuevo con el árbitro. Ya había poco que ganar en esa situación y sí muchas cosas que perder.
El central no ocultó su tremendo enfado con el árbitro. Aunque Simeone pensase como él, tuvo la templanza de llevarse a su jugador. Durante el partido, al Cholo se le escuchó decirle a Mateu en una acción “¡Como la de Llorente!”, en referencia a la falta que no entendió como tal y que marcó una diferencia de criterio.
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