“Soy navarro y cabezón”


11 campañas, 386 partidos y 37 goles suma Mikel San José (Atarrabia, 30 de mayo de 1989) como jugador del Athletic. Uno de los leones habituales en las alineaciones rojiblancas que esta temporada, sin embargo, apenas entra en los planes de Gaizka Garitano. El navarro solo ha disputado un minuto en este primer cuarto de Liga. Él está convencido de poder revertir la situación.



Una curiosidad para empezar. ¿Guarda algún parentesco con Fernando San José (secretario de la directiva de Elizegi)?

No, que yo sepa no (entre risas).

¿Estuvo en la Asamblea del pasado domingo?

Estuve el rato que pude. Tuve entrenamiento por la mañana, luego pasé por el Euskalduna, charlé con muchas personas, ejercí mi derecho a votar como compromisario y me marché a descansar antes del partido. Estaba al tanto de lo que fue pasando.

¿Por qué se hizo compromisario?

En su día se nos sugirió a varios compañeros del equipo que sería bueno como club que los jugadores también estuviesen un poco implicados en el día a día. Los futbolistas del Athletic no solo nos preocupamos de jugar al fútbol, también de lo que significa y hace el club.

Pues hablemos de fútbol. ¡Solo lleva un minuto jugado en lo que va de Liga!

Es lo que está tocando ahora mismo. El míster, acertada o equivocadamente, es el que decide. Él tiene el poder, el derecho y la obligación de elegir y no me está tocando jugar. Solo queda trabajar.

¿Los problemas físicos (molestias de espalda) tienen que ver algo en ello?

Digamos que estuve lesionado contra el Mallorca, Alavés y para el Leganés más o menos podía estar ya y sí que estaba. Obviamente es decisión del míster, que siempre busca lo mejor para el equipo.

Pues en sus diez temporadas anteriores en el Athletic acumula una media de al menos 30 partidos jugados por año.

No es habitual llevar solo un minuto a estas alturas, pero aquí nos dedicamos todos al fútbol y yo sé que es una situación que se puede dar. Muchos años se les ha presentado lo mismo a otros compañeros. No estar habituado a ello no quiere decir que no la conozcamos o no la podamos llevar. Obviamente que a nadie le gusta no jugar. Es lo que toca vivir. Yo, como soy optimista, creo que de todas las situaciones hay que sacar cosas positivas y de esta también lo sacaré.

En 2012 ya vivió una coyuntura deportiva un tanto complicada. ¿Se ve ahora con la misma fuerza para revertir la situación?

Sí, claro. Si yo no confío en mí, es difícil que otra gente pueda confiar. La confianza del cuerpo técnico en mí está ahí, aunque ahora se esté decantando por otras opciones. Estoy seguro de que si algún día decide que salte al campo, lo va a hacer confiando en mí al cien por cien. Si lo hago bien, seguro que tendré continuidad. Trabajo para ello.

¿Viene a Lezama pensando que este puede ser su último año en el Athletic?

Pensando no, pero la posibilidad está ahí porque yo acabo contrato y nunca me había presentado en octubre sin haber renovado. La opción está ahí. No estoy contando y me imagino que a medida de que esto siga así se acrecentará esa opción. Me podré hacer más a la idea o menos; pero como de momento en mi cabeza quiero seguir aquí, cada día vengo con ganas de disfrutarlo. Soy navarro y cabezón.

¿Le ha dado alguna explicación Garitano respecto al porqué de su actual situación?

No, ninguna. Tampoco me dio ninguna explicación cuando contaba más.

Estos dos últimos años siempre que había ‘palos’ o críticas para el equipo algo le caía a San José. No parece que la cosa haya cambiado mucho en el juego del Athletic ahora que usted no juega.

Alguno me caerá también ahora seguro (bromea). Siempre suele haber jugadores más señalados que otros. Lo que es importante es saber recoger las críticas de la gente que entiende, te quiere y te dice las cosas con respeto y desde la verdad. No desde mentiras o datos infundados. Lo hacen para ayudarte, para que te des cuenta, lo asimiles y al fin y al cabo puedas crecer.

¿El club le propuso salir el pasado verano?

No, no.

¿Cómo califica entonces su situación actual?

Inesperada. Llevo diez años habituado a jugar y pasar a no contar ni a ir convocado… La situación ha cambiado y parte de la culpa será mía porque tengo que rendir más y mejor. Eso está claro. A mí nadie me dijo nada. En verano no se me comunicó nada al respecto, ni ahora tampoco.

¿Entonces?

A pelear para demostrar al míster que puede confiar en mí también.

¿Se plantearía, de seguir así las cosas, una posible salida en el mercado de invierno?

No es mi intención de ninguna manera salir en invierno porque yo quiero estar aquí. Está claro que la situación es la que es y el contrato se acaba en verano. Luego ya se verá


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