Álex Remiro (Cascante, 1995) volverá a vestirse de corto por primera vez en un lugar donde le adoran, el campo de El Alcoraz de Huesca. El actual portero de la Real fue uno de los grandes héroes del ascenso altoaragonés de Segunda a Primera en la campaña 2017/18, en la que jugó como cedido del Athletic. Aquellos 41 encuentros saldados con la gloria del paso a la máxima categoría supusieron su eclosión definitiva, la confirmación de que podía ser un portero de Primera, aunque esa oportunidad se la brindó la Real un año después. Desde que recaló en la escuadra txuri urdin, el de Cascante no ha dejado de crecer hasta convertirse en uno de los metas de referencia de la Liga, cuarto en la clasificación del Zamora y el cuarto que más veces ha dejado su portería a cero. Además, en sus manos está conseguir que la Real obtenga su mejor marca de goles en contra de los últimos 31 años.
En Huesca le consideran uno de los mejores porteros de la historia, junto a Paco Buyo, que jugó allí también una campaña (1978/79), Toni Doblas, Andrés
Fernández y el actual, Álvaro
Fernández, por quien la Real ya se ha interesado de cara al futuro. Durante esa campaña 2017/18, Remiro disputó 41 de los 42 partidos. Precisamente el día del ascenso, en Lugo, el de Cascante tuvo que ser sustituido por Santamaría en el minuto 26 antes de ser trasladado a un hospital por un balonazo que le dejó groggy. Se dejó el físico literalmente por el ascenso.
El equipo oscense pretendió su cesión en enero de 2019 y de hecho ya había llegado a un acuerdo con el Athletic para el préstamo hasta junio, pero al final en Bilbao vetaron su salida porque el cancerbero, ya comprometido con la Real, se negó a renovar su contrato. Meses después, terminó firmando por cuatro campañas con el club de Anoeta. Hoy es el día en el que la Real y el portero navarro están de acuerdo en ampliar a futuro ese vínculo por varias campañas. Quizá haya prontas noticias de negociaciones y una entente.
La campaña que soñaba
Remiro está disfrutando de la campaña con la que soñaba cuando dio su sí a la Real meses antes de concluir su contrato con el Athletic, consciente de que iba a tener que pasar una temporada durísima en Lezama, en blanco y sometido a presiones. Lo ha jugado todo, 44 de los 45 partidos, todos menos el de Europa League ante el Az Alkmaar en Anoeta, que Imanol se lo concedió a Moyá. Sólo el partido contra el Barcelona en Anoeta (1-6) mancha un expediente casi exquisito y de récord.
Con 34 goles encajados en 33 encuentros, el portero de la Real presenta, de momento, el cuarto mejor coeficiente de la Liga en la portería (1.03), sólo superado por el de los ‘monstruos’ Oblak (0,67), Bono (0,72) y Courtois (0,73). Son precisamente los tres únicos arqueros que le superan en el número de ocasiones en las que han dejado su portal a cero. Con el logrado ante el Eibar, Remiro alcanza su 12º ‘clean sheet’, como denominan los ingleses al hecho de no encajar un solo gol durante un partido. Por delante en el ranking están Oblak (16), Courtois (15) y Bono (14). No lo tiene complicado Remiro para ser el mejor portero de la Real de este siglo en este apartado. De momento, la mejor marca la ostenta Rulli, con sus 13 puertas a cero de la campaña 2015/16. El meta actual de la Real intentará superar a su antecesor en los partidos ante Huesca, Elche, Atlético, Valladolid y Osasuna.
Remiro, hasta la fecha, es uno de los cuatro jugadores de toda la Liga que ha disputado íntegros los 33 encuentros de Liga. Los otros tres son Pacheco, Courtois y Oblak. Sin competencia en el banquillo, tiene pinta de completar toda la Liga. En el partido de Huesca del sábado, el navarro superará los 4.000 minutos este curso, considerando todas las competiciones.
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