Los diablos rojos del Toluca cerraron el torneo mexicano en uno de los tres últimos lugares de la tabla del cociente, lo que obliga a la institución a pagar 33 millones de pesos, que es el ‘castigo’ impuesto a cambio de evitar el descenso.
A lo largo del torneo, el equipo de Ignacio Ambriz fue perdiendo la categoría futbolística: cinco derrotas en casa, terminó con diferencia de menos 15 goles (¡recibió 36 goles!) y perdió por goliza contra tres grandes (5-0 con Pumas, 1-4 con Cruz Azul y 3-0 con América).
Los otros equipos involucrados en esta dinámica de multa son los fronterizos FC Juárez y Tijuana, que deberán pagar 80 y 47 millones de pesos, respectivamente.
Se trata de los equipos que consiguieron menos puntos al cerrar el año futbolístico, en un resultado que en otras ligas les habría costado el descenso aquí lograrán sortear la situación con un pago económico.
Aunque la vergüenza es pareja para las tres instituciones, los diablos son el equipo más lastimado por este resultado, pues es una institución con pasado ganador, con recursos para tener una plantilla fuerte y con larga tradición en el futbol mexicano.
Toluca necesitaba ganar para evitar el fatídico resultado, pero se metió en un intercambio feroz de goles con León, que también necesitaba los tres puntos para asegurarse un lugar en la fiesta grande.
Al final, el 4-4 es un resultado mediocre para ambas escuadras, que se quedaron sin lograr sus objetivos deportivos, aunque fue un buen show para el espectador que no apoya a estos equipos.
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