Un bramido en medio de la nada

Extraño San
Mamés el pasado domingo ante el Atlético, extraño hoy Ipurua frente al Eibar. Lo de jugar este tipo de encuentros sin público no mola. Ni a ras de césped, ni siquiera desde la pequeña pantalla. El fútbol que enamora poco o nada tiene que ver con estos partidos de la anormal normalidad.



Daba pena ver las calles céntricas de Eibar con motivo de la visita del Athletic. Lo mismo que el otro día los alrededores de San
Mamés. Sin gente, sin ruido, sin bullicio, sin bufandas, sin todo ese ambiente que suscita un encuentro de Primera. Cierto es que seguimos inmersos en plena crisis del coronavirus y que hay necesidades y problemas mucho más importantes. Nadie es ajeno a esta dura y cruel realidad. Pero el fútbol, insisto, es otra cosa.

Me quedo con la cara de Mendilibar cuando el árbitro navarro le mostró la cartulina roja. El técnico de Zaldibar debió protestar más fuerte o feo de lo permitido, pero es que lo del VAR tiene tela. Haga o no haga justicia, todo lo que rodea a la decisión del árbitro es para sacar de quicio a cualquiera.

Villalibre, rodeado de jugadores del Eibar.
Villalibre, rodeado de jugadores del Eibar.

De quicio a buen seguro estarían los aficionados del Athletic tras ver como Orellana daba la vuelta al marcador en Ipurua. Los leones, que comenzaron en plan agresivo, se fueron relajando con el discurrir del tiempo y su empeño defensivo a punto estuvo de costarles un serio disgusto. Tuvo que ser el ‘Búfalo’ Villalibre el que con un bramido en forma de gol hiciese salir a los leones de su incomprensible letargo.

Dos viejos conocidos

Los dos entrenadores en el partido de hoy en Ipurua sabían lo que era sentarse también en el banquillo rival. A Mendilibar no le fueron muy bien las cosas en Bilbao. El técnico de Zaldibar llegó al Athletic apenas una semana después de pugnar por el ascenso a Primera, sin éxito final, con el Eibar (Garitano, curiosamente, era uno de los jugadores de aquella plantilla azulgrana). Lamikiz le incorporó a su proyecto, pero optó por destituirle antes incluso de la conclusión de la primera vuelta liguera. Clemente fue su sustituto.

A Mendilibar no le fue bien en el Athletic, todo lo contrario que a Gaizka Garitano en su etapa en el Eibar

A Garitano, en cambio, le fue bastante mejor en su andadura en Eibar. El deriotarra subió al conjunto armero desde Segunda
B hasta Primera y le mantuvo, aunque gracias a una decisión federativa. No fue el único componente de la actual plantilla rojiblanca en participar en aquellos éxitos. Capa, Yuri y Dani
García también participaron desde dentro del campo en aquellas dos campañas de los ascensos. Campañas que incluyeron además la eliminación del Athletic en Copa.

Los aficionados del Eibar volvieron a dejar patente su enfado por la reanudación de la competición sin aficionados en las gradas. En la localidad armera, de hecho, aparecieron en diferentes puntos unas pancartas con la leyenda “No vuelve la liga, vuelve vuestro negocio”. Desde el colectivo Eskozia
La
Brava aprovecharon las redes sociales para dejar claro que “a LaLiga le importa el deporte una mierda y a los clubes sus aficionados, más de lo mismo. El fútbol sin hinchas, no es nada”.


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