Un mes sin Real Sociedad


Cada día parece una semana y este mes ha tenido la dimensión de un año. La Real Sociedad cumple hoy un mes sin fútbol y ha sido una eternidad. En este periodo, en condiciones normales y por mor del parón por selecciones, habría disputado tres partidos más, ante Osasuna y Real Madrid en casa, y contra el Alavés en Mendizorroza, pero el advenimiento del coronavirus y su rastro de contagios y muerte frenaron a un equipo que llegaba pletórico al ‘rush’ final del campeonato.



El pasado 10 de marzo, los txuri urdin acudieron a Eibar a disputar el que iba a ser, aunque entonces no se sabía, el último partido de la temporada, por lo menos hasta el momento en LaLiga. Como esta Real está acostumbrada a pisotear todas las maldiciones y a enarbolar la bandera de la ambición, también logró ganar (1-2) en Ipurua, con goles de Oyarzabal de penalti y Willian
José, que pretendió de esa manera absolver sus pecados anteriores. Fue un partido malo de los dos equipos, sin ocasiones, muy plano, pero los tres puntos viajaron a Donostia. El mejor síntoma de poderío y grandeza.

Aquel encuentro fue el único de LaLiga que se disputó a puerta cerrada, sin público en las gradas, y así en teoría iban a ser los siguientes, hasta que el fútbol se paralizó, como el país, por culpa del COVID-19.

Toneladas de incertidumbre

Ahora mismo no pesan tanto las cuatro semanas confinados y sin la droga del fútbol y de la Real como la incertidumbre que planea sobre el futuro. Es seguro que LaLiga no se reanudará en abril y parece imposible que lo haga en mayo. La posibilidad de culminar la temporada en junio y julio, como pretenden las instituciones futbolísticas, no deja de ser eso, una simple posibilidad. Porque de momento lo único que hay es aislamiento, noticias de muertos y nuevos contagiados, curvas imposibles en los gráficos e ilusiones, como la de ganar el título de Copa, encerradas y con mascarilla.

Los jugadores tienen la ilusión de poder practicar su profesión en los meses reservados a su descanso, pero también son un mar de dudas. En el caso de la Real, el parón por la pandemia fue una desgracia al cuadrado puesto que era un tornado. Había ganado siete de sus últimos ocho partidos -la única derrota fue la del polémico penalti de Barcelona- y 10 de los últimos 12. Por esa razón estaba en la final de la Copa del Rey y había escalado hasta la cuarta posición de la Liga.

No se sabe si se reactivará LaLiga, ni cuándo será en caso positivo, ni si la Real mantendrá esa velocidad de crucero victoriosa que traía. El coronavirus ha golpeado el mundo y lo va a cambiar. Queda por saber si hará lo propio con el equipo txuri urdin.


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