Un taxi, gas pimienta y la cárcel: la rocambolesca historia que llevó a Schumacher a la F1

Un taxi, gas pimienta y la cárcel: la rocambolesca historia que llevó a Schumacher a la F1

El ‘Gran Circo’ está de vacaciones y regresará del 26 al 28 de agosto en Spa-Fracorchamps, circuito mítico en el que hace más de 30 años (GP de Bélgica de 1991) debutó un piloto que se convertiría en un ídolo de masas y uno de los mejores de la historia: Michael Schumacher. Todo fue fruto de una casualidad, una de las anécdotas más recordadas por los amantes de la F1, protagonizada por el piloto Bertrand Gachot, que compitió en la F1 del año 1989 al 1995. El piloto de origen francés sumó 5 puntos en la F1, su mejor puesto fue un 5º y sumó una vuelta rápida. Fuera de la F1 compitió 6 veces en las 24 Horas de Le Mans, logrando el triunfo en junio de 1991. Lo que no sabía es que después de tocar el cielo ganando una de las citas más míticas del mundo, su vida cambiaría por completo.

Antes, en diciembre de 1990, Gachot había vivido un episodio que le perseguiría. Ocurrió en Londres. Allí se dirigía hacia un acto del patrocinador de su equipo, Jordan, cuando tuvo un altercado de tráfico con un taxista. El conductor del taxi se bajó de su coche, agarró a Gachot y lo amenazó de muerte. El piloto conducía el vehículo de su pareja, y en él llevaba un bote de gas pimienta como defensa personal. Se le ocurrió usarlo. Entonces llamó a la policía porque, según él, en ese lugar se habían acumulado otros 50 taxistas que iban a por él. No pensaba haber hecho nada mal. Pero aquello cambió su vida por completo. 

Bertrand Gachot

F1

“Gachot utilizó el espray de pimienta de su novia, considerado como un arma ilegal en ese país. No teníamos todos los detalles hasta que nuestro abogado nos llamó diciendo que Bertrand estaba en la cárcel”, narraba Mark Gallagher, director de marketing de Jordan. Meses después, a una semana del GP de Bélgica de F1 de 1991, tuvo que acudir ante el juez. Quiso compensar económicamente al taxista para acabar de raíz con el problema, pero el juez le acabó imponiendo una sentencia de dos años de cárcel. 

El joven alemán y una ‘mentira’ necesaria

En el equipo Jordan tenían que buscar un reemplazo de urgencia. Willi Weber, ex representante de Michael, le propuso el nombre de un chico de 22 años llamado Schumacher. Jordan se reunió con Weber. “Eddie Jordan quería saber si había pilotado alguna vez en Spa”, comentó una vez Willi. “Y yo le contesté que unas 100 veces, lo cual era mentira porque Michael nunca había estado en Spa”. Eddie dio el ‘ok’ para que el talento alemán compitiera. Debía pagar 80.000 libras, se subió en un test previo a Spa en Silverstone al Jordan 191. Cuentan que el alemán mejoraba giro tras giro y dejó buenas sensaciones. Terminaría debutando en Bélgica. El resto es sobradamente conocido. 

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

F1

La ‘tortura’ psicológica 

Mientras, entre rejas, Gachot se enteró de alguna pincelada a través de un despiadado guarda de prisión. “Me dijo que el equipo había contratado a un alemán y que ya no me necesitaban más”, reveló el propio piloto. “Cada vez que pasaba por delante de mi celda hacía un ruido imitando un coche de F1, diciéndome que ese piloto era muy bueno y que ya no me necesitaban”. A eso hay que sumarle las condiciones en las que estaba: “El día que entré en la cárcel pensé que todo había acabado. Estabas encerrado 23 horas al día, sin mesa para comer ni aseo y no podía ni encender y apagar la luz”, contó una vez el piloto, que sin quererlo jugó un papel fundamental en la historia de la F1. Posteriormente, su pesadilla acabó. En la última cita de aquel curso sustituyó al lesionado Eric Bernard en el conjunto Larrouse y se ganó un asiento para el siguiente curso. Se retiró de la F1 en 1995. Por aquel entonces, Michael ya era bicampeón del mundo (1994 y 1995 con Benneton).

“El día que entré en la cárcel pensé que todo había acabado”


Bertrand Gachot

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

F1

Propuesta de ‘trabajo’ en prisión

De sus dos meses en prisión, Gachot guarda recuerdos de todo tipo. Las tres primeras semanas estuvo en una cárcel peor. En ella, cuando se enteraron que era piloto de F1, le hicieron una propuesta de ‘trabajo’. En la F1 veía que Eddie Jordan, tras estar en prisión, no quería sus servicios. “Se olvidó de que habíamos trabajado juntos”. Pero en la cárcel ya se lo rifaban. “Cuando salgas de aquí no te preocupes por volver a competir, ven conmigo, ganarás más dinero”, le dijo un compañero de prisión. “Robaremos un coche, entraremos con él en un supermercado, robamos la recaudación y los cigarrillos. Necesitamos a uno que conduzca rápido para sacarnos de ahí”, añadió. Por suerte, Gachot pudo regresar a la F1.

“No estaba seguro de que Michael estuviera listo”

“Gerd Kramer, de Mercedes, siempre me hablaba de Schumacher y fui a verlo a un campeonato de F3”, recordó el pasado año Eddie Jordan, el propietario de equipo que le dio al alemán su primer asiento de F1 en Spa 1991. “Empecé a seguirlo pero no estaba seguro de que estuviera preparado para la F1. La decisión que tomé se basó en el talento”, agregó. El joven sorprendió a todos en ese estreno con una 7ª plaza en clasificación pero tuvo que abandonar en carrera por un problema de embrague. Ya había brillado y Flavio Briatore lo fichó para la siguiente carrera, quitándole sin miramientos el asiento a Moreno para que Michael acompañara a Nelson Piquet. Eddie quiso evitarlo pero no lo logró. El italiano le birló esa estrella emergente.

“La decisión que tomé con Schumacher se basó en el talento”


Eddie Jordan

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

Michael Schumacher, en su debut con Jordan en Spa

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