EL PAÍS

Una encuesta certifica la desaprobación de Daniel Ortega y la “resignación” de los nicaragüenses


Un manifestante muestra una bandera ensangrentada durante una protesta contra el Gobierno de Daniel Ortega.INTI OCON (AFP)

El último sondeo de opinión de la prestigiosa firma encuestadora CID-Gallup ha revelado un panorama desesperanzador de Nicaragua: la falta de empleo como principal problema del país, aparejado a una crisis política y económica que ha provocado un éxodo de al menos 328.000 ciudadanos sólo en 2022, especialmente hacia Estados Unidos, mientras el 55% de la población desaprueba la gestión de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Una percepción sobre la administración sandinista que se mantiene en números rojos desde el estallido social en 2018, con un índice de -20%.

“A inicios del año 2023 y recién pasada la navidad, cuando hay unión familiar, cenas de celebración y los mejores regalos que se adquirían con las remesas provenientes de los hermanos lejanos, el pueblo nicaragüense muestra una ‘resignación y confían en Dios que pronto haya un cambio de Gobierno’. Dentro de este sentimiento, se convive con la situación social, económica y política del país y se han o están acomodando a esta nueva vida con la reducción de gastos y cambios de estilo de vida”, resume la encuesta realizada entre el 3 y el 16 de enero. La muestra es de 1.204 personas mayores de 16 años, llamadas telefónicamente al azar. Los consultados, agrega CID-Gallup, están a la “espera de una vida mejor” y “con la esperanza que la situación va a cambiar y podrán encontrar trabajo, para no tener necesidad de dejar sus familias y país”.

En ese sentido, el 62% de los nicaragüenses coinciden que “el rumbo del país va por el camino equivocado”. La percepción del costo de vida (un 68% opina que ha subido mucho) está relacionada con la estimación del rumbo del país: “Si el país va por el rumbo correcto se tiene una condición económica mejor”. Las madres y padres de familia son quienes han sentido más el golpe en todos los campos: “Alimentación, vestido y transporte”.

El estudio de opinión revela que las proyecciones económicas de los nicaragüenses para este año son negativas en un 47%, frente a un 42% que opinan que será mejor. Este último grupo, que vislumbra una mejoría y sentimiento de estabilidad, está motivado por el envío de remesas familiares desde el exterior.

“Eso fue evidente en navidad, cuando en algunos hogares fue posible festejar en familia la Navidad con cena especial –lomo relleno, gallina, mariscos y bebidas– y además hubo oportunidad de comprar un televisor más grande y quitar los cajonudos -antiguos con cajones-. También algunos recibieron ayuda para mejorar sus viviendas con el dinero que recibieron de sus familiares”, explica la firma encuestadora.

Lo que revela CID-Gallup sobre las remesas es acorde con el récord registrado en 2022, cuando aumentaron un 38%. En otras palabras, Nicaragua recibió en 2022 unos 2.970 millones de dólares, un monto que supera el Presupuesto General de la República de 2021, que fue de 2.918,4 millones. Esta inyección de divisas ha sido motivada por la huída de casi el 4% de la población de Nicaragua hacia el extranjero sólo el año pasado, en especial hacia Estados Unidos, sin contar los 161.269 que se fueron antes, en 2021. Se trata de un éxodo sin precedentes que inició tras las protestas sociales de 2018 con una primera oleada de 180.000 exiliados que como todos, al llegar a destino y lograr instalarse, comienzan a enviar dinero a sus familiares.

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Según el investigador y especialista en temas migratorios del Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, de los 1,6 millones de núcleos familiares nicaragüenses, 850.000 recibieron remesas hacia finales de 2022. Y la dependencia de ese dinero ronda casi el 70% en esas familias. A pesar de las medidas migratorias impuestas por el Gobierno de Joe Biden para frenar el tropel de nicaragüenses en la frontera sur con México, la mayoría sigue yéndose debido a la persecución política y la falta de empleo. Es, según analistas políticos, la “ganancia perversa” que saca el régimen de Ortega y Murillo al expulsar personas: remesas familiares que se inyectan a la economía. Por ejemplo, representaron entre enero y octubre de 2022 un 18.4% del producto interno bruto (PIB).

Una gestión desaprobada

CID-Gallup anota que la dupla presidencial Ortega-Murillo continúa con una evaluación “más negativa que positiva” que alcanza a los ciudadanos de todos los estratos de residencia, edad y educación. En el índice evaluativo de la firma encuestadora se nota el descenso de los mandatarios sandinistas: en enero de 2012 tenía un 27% positivo, en 2017 un 16% en saldo favorable y ahora, en enero de 2023, -20%. Los Ortega-Murillo mantienen el apoyo de los seguidores sandinistas que son la única fuerza política nacional, después de que los partidos opositores fueran decapitados por el oficialismo, y en noviembre de 2022 el sandinismo se adjudicara todas las 153 alcaldías del país en unas elecciones catalogadas como “farsa”.

A pesar de que los simpatizantes sandinistas tienen “lealtad y confianza” hacia los Ortega-Murillo, CID-Gallup revela que “pocos creen que la pareja presidencial tenga la capacidad de resolver sus problemas y necesidades de desempleo y alimentación, producto de la poca oferta de fuentes de trabajo y el encarecimiento de los alimentos y servicios básicos, que son las dificultades principales del país y la familia”.

Ante la pregunta de si los nicaragüenses “aprueban o desaprueban la forma en que se desempeña como presidente Daniel Ortega”, el 57% dice que no, y otro 62% coincide en que es “nada o poco probable” que la administración sandinista, que mantiene una gestión autoritaria, “resuelva preocupaciones familiares”. El 56% cree que Ortega no hace “lo mejor para el pueblo” y quienes opinan de esa forma son en especial “mujeres y personas de bajos recursos”.

“Dentro de este ambiente hay un tema que llama la atención y hasta cierto punto genera alguna preocupación y son ‘las malas relaciones con los Estados Unidos’. Por una parte, hay satisfacción por las medidas que se han tomado de parte del gobierno estadounidense (sanciones), y por otra sienten que, en estos momentos, el presidente Ortega, posee los bienes principales del país y tiene todo ‘en sus manos’: servicios de gasolina, canales de televisión, radioemisoras, hoteles, periódicos digitales, universidades, tiendas de diversos artículos como ropa, accesorios, alimentos. Esta posición le da poder y acceso a la mayor parte de la población”, destaca CID-Gallup.

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