Una imagen que lo dice todo: Así acabó Alonso tras el GP de Estados Unidos

Una imagen que lo dice todo: Así acabó Alonso tras el GP de Estados Unidos

Fernando Alonso completó en el GP de Estados Unidos de F1 la que él mismo consideró su “mejor carrera del año”. Dio una lección de que jamás hay que rendirse, que siempre hay que intentarlo por muy mal que pinte la situación. Remontó desde la penúltima posición a la 6ª, aunque finalmente terminó 7º. Todo ello, después de sufrir un fuerte accidente con Stroll en plena recta, a mucha velocidad, con el Alpine del español poniéndose a dos ruedas hasta impactar contra la barrera de protección lateral. Todos daban por hecho que su carrera había acabado en ese instante. Incluso Alonso lo pensaba, por los daños que debía sufrir su monoplaza ante tal impacto. Pero continuó y logró puntuar cuando parecía que lo tenía todo perdido.

Muchos destacaron las agallas que tuvo el ovetense para superar rápidamente el susto que se llevó, en un accidente en el que dijo que pasó “miedo” por no saber cómo iba a ser el impacto contra las barreras, y por el que además estuvo “las últimas 20 vueltas iba pensando en el accidente”. Otros, su fe, determinación y su mentalidad de no darse nunca por vencido. Y también llamó la atención el aspecto físico. 

El esfuerzo que hizo el asturiano para terminar la carrera en 7ª posición fue titánico. Especialmente, después de un accidente tan duro, y sobre todo, por el impacto que tuvo que notar dentro de su habitáculo cuando su coche volvió a tocar el suelo. El español dijo haberlo dado todo, exprimiéndose al máximo en su remontada, como si cada vuelta fuera de clasificación, sin gestionar nada. “La verdad es que las últimas vueltas iba empujando como si fueran vueltas de crono”, apuntó. Y además, debía hacerlo en una pista dura por los cambios constantes de viento en muchas de las curvas, que hacen variar el agarre del coche, y por sus muchos baches. “Es la mejor carrera del año, seguramente. Y muy física también con todos los baches y todo”, apuntó. 

Por todos esos motivos, no es de extrañar que Fernando Alonso se sentara en uno de sus neumáticos para coger aire, totalmente exhausto, fundido. Lo había dejado todo en el asfalto a la vez que pensaba en lo que había ocurrido: “Las últimas 20 vueltas iba todavía pensando en el accidente y solo quería acabar la carrera hoy”, apuntó en ‘DAZN F1’. Pero sobre todo, daba las gracias al destino por no estar en la enfermería. “Estoy contento ya de estar aquí hablando con vosotros porque podía estar en el centro médico”, comentó en ese sentido después de la carrera. 




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