¿Va la nave sola en el Athletic?

Hay alguien en casa, Mc Fly? ¿Quién no ha visto ‘Regreso al Futuro’? Fácil recordar frase y situación de la mencionada película. Pues eso, que ignoro si hay alguien, no ya al volante, ni siquiera en casa.

Uno, erre que erre con su fútbol antediluviano. Otro, ni está ni se le espera. Y al otrora omnipresente, parece habérselo tragado la tierra. Ninguna comparecencia tras la de
Gaizka


Garitano
al término del encuentro de Valladolid, ningún mensaje tranquilizador desde la entidad hacia la afición ni respaldo público al míster rojiblanco por parte del teórico líder de la nave.

Nada cambia. Rumbo al iceberg al más puro ‘Titanic Style’ sin que nadie haga virar la nave. Prefiero hablar del Titanic; también me viene a la cabeza el Costa Concordia.

El maldito COVID hace soportable la situación para los mandamás del Athletic Club al no tener que exponerse cada dos semanas al sentir mayoritario de 45.000 espectadores. San Mamés con público hubiese dictado sentencia hace algún tiempo.

Desperdiciados un nuevo parón de selecciones y el momento para agitar el árbol con la llegada de un nuevo entrenador, nuevo mensaje. Este proyecto lleva tiempo muerto y somos prisioneros de una precipitada y errónea renovación. Con el zapatazo de
Yuri
en Los Cármenes, en el partido que supuso la clasificación para la final de Copa, no bastaba.

Erre que erre

La terquedad del míster, su mensaje hueco y la sensación de incapacidad para revertir esto llevan a pensar que es simplemente alargar la agonía. Difícil mantener la credibilidad en quien emite un mensaje cada vez más hueco y contradictorio respecto a lo visto en el verde.

En cualquier sociedad, empresa o club deportivo es vital que quienes lideran tengan y demuestren, llegado el momento, capacidad acreditada. La mediocridad, la falta de liderazgo, el nulo currículum para aquello a que están destinados hacen que prever una evolución a mejor parezca más un deseo que una realidad constatable.

Es algo personal, lo sé, pero no veo al Athletic Club en buenas manos en ninguno de sus puestos relevantes. Ignoro si hay alguien al volante. Dan la impresión de esperar que las cosas cambien por sí solas. Y esto no va así. Lo único que pasa es el tiempo, las jornadas.

Por necesidades de espacio, aparco el tema de la próxima Asamblea General para más adelante. Como sabéis, llevo tiempo solicitando que informen a través de la web del Club tanto sobre las cuentas como sobre el presupuesto. ¿Hay alguna razón para no hacerlo? Seguiré recordándolo hasta que lo hagan.

Y desde estas líneas, mi recuerdo solidario y emocionado hacia todo el colectivo de hosteleros.

Si nada se tuerce, aquí en siete días.


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