¡Vaya golazo de Morcillo!

El amistoso de ayer en el José Zorrilla se prestó a que Gaizka Garitano, que había dejado en Bilbao a la mayor parte de los titulares, confeccionara un once con muchos jóvenes y algún futbolista fuera de su demarcación habitual.

Así, llamó la atención la presencia de Jon Morcillo en la banda derecha del ataque. El zornotzarra, más acostumbrado a jugar como extremo izquierdo, estuvo algo fuera de sitio al principio, pero pronto empezó a dejarse ver.

En el minuto 25 forzó una falta y la lanzó a las manos del portero. En el 40, recibió un balón de Sancet, recortó hacia dentro y disparó con peligro, pero un poco alto.

Solo fue el aviso de lo que iba a suceder, porque tres minutos después recogió un balón en la frontal del área, se la acomodó con la izquierda y soltó un tremendo derechazo que entró como un obús por toda la escuadra.

El zurdo volvió a demostrarle al técnico rojiblanco que es un futbolista efectivo a pesar de estar lejos de su zona.

En la segunda mitad no tuvo tantas opciones de brillar, ya que no gozó de muchos balones ante la presión del equipo pucelano, pero en una de sus habituales salidas en velocidad con el balón provocó que un defensa blanquivioleta viera una tarjeta amarilla al frenarle con un agarrón.

Vesga fue central y Córdoba acabó de lateral y dio el pase del segundo gol a Zarraga

Otro de los que ocupó un puesto extraño es Mikel Vesga. El gasteiztarra retrasó de inicio su posición para formar tándem en el eje de la defensa con Unai Núñez. No pasó apuros hasta el descanso debido a que los locales no achucharon demasiado, pero tuvo más trabajo en la segunda mitad, cuando el Valladolid se decidió a lanzarse al ataque.

Tanto fue así que fue protagonista negativo en el gol del empate pucelano en el minuto 87. En un centro cruzado al segundo palo, Vesga no fue contundente y falló a la hora de anticiparse a Zalazar, que remató a las redes.

Un tercer componente de la plantilla rojiblanca también varió de puesto a lo largo del choque. Iñigo Córdoba empezó jugando en su natural demarcación de extremo zurdo, pero después del descanso se ubicó como lateral zurdo cuando Iñigo Vicente sustituyó a Balenziaga y se colocó más adelantado.

El deustuarra no lo hizo nada mal como defensa, ya que en el minuto 75, en una subida al ataque, centró con precisión un balón que Zarraga convirtió en el segundo tanto rojiblanco.


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