Desde su irrupción en la política española, Vox ha recurrido a las acusaciones de fraude electoral para extender una sombra sobre cada votación. En 2019, su secretario general, Javier Ortega Smith, pidió una revisión del escrutinio en toda España al ser preguntado en un programa de televisión por un supuesto “pucherazo” detectado por la aparición de votos nulos. En 2021, el líder del partido, Santiago Abascal, sugirió a los ciudadanos que hubieran solicitado el voto por correo que acudieran de forma presencial a las urnas, algo que no permite la ley. Y en los últimos comicios, volvió a sembrar dudas sobre los datos provisionales de la noche electoral.
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Este último mensaje tenía un objetivo que no es nuevo para el partido conservador: la compañía española Indra, puntera en tecnología y defensa, que además gestiona la difusión y recopilación de los resultados provisionales en muchos comicios tanto dentro como fuera de España. En este vídeo repasamos estas acusaciones con el análisis de Miguel González, periodista de que habitualmente cubre la información de Vox.
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