Vidorreta: "Es fundamental el control del rebote y la transición"

Vidorreta, tras el Barça-Tenerife: "Un tostón como el de hoy es insufrible"

El entrenador del Lenovo Tenerife, Txus Vidorreta, cargó contra la permisividad arbitral en los contactos sin balón que, en su opinión, impera en la Liga Endesa y convirtió en un “tostón” el duelo entre el conjunto amarillo y el Barça de este domingo en el Palau Blaugrana (67-65).

“Un tostón como el de hoy, para alguien que no sea de Barça o del Tenerife, es insufrible. O limpiamos el juego y señalizamos todos los contactos que generan desventaja en el ataque en el juego sin balón o no hay manera. Todos tendimos a colapsar. Se convierte en balonmano para los dos equipos. Nos adaptamos a este estilo que impera de jugar mal para poder competir”, afirmó.

El técnico vasco destacó el esfuerzo de sus jugadores: “Ha sido un partido netamente defensivo, tal y como suponíamos. Tratamos de acercarnos al nivel defensivo del Barça, con otras armas porque no tenemos el mismo físico, y lo hemos logrado”.

“En el primer cuarto no hemos podido coger confianza en nuestras finalizaciones más habituales. Hemos seguido siempre con buen tono defensivo, mejorando en el rebote a medida que avanzaba el partido”, analizó Vidorreta.

En opinión del técnico, al Lenovo Tenerife le faltó acierto en el momento decisivo: “Hemos mantenido las opciones hasta el descanso, perdiendo de pocos puntos y en el tercer cuarto no hemos desequilibrado un poco tras el 44-42. Hemos perdido oportunidad de estar más cerca y el Barça cuando coge confianza juega fácil han podido afianzar una renta entorno a los 10 puntos”.

“El equipo no ha dejado de creer, hemos intento encontrar a los jugadores que nos han podido dar una vida extra y casi la encontramos”, señaló.

Por último, Vidorreta lamentó la falta de acierto en varios de sus primeras espadas: “Jugadores determinantes como Jaime Fernández y Bruno Fitipaldo no han estado cómodos y han tenido los peores porcentajes del año en el tiro, un 2 de 20 cuando venían de ser determinantes en Vitoria. No es un drama, pero la sensación es agridulce”. 




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