El oficio de entrenador, y por ende el hecho de elegir a un jugador por delante de otro, es de lo más complicado. Zidane ya lo ha dejado claro en todas y cada una de las ruedas de prensa en las que es preguntado por el tema de la competitividad y siempre argumenta de la misma manera: “Tengo una plantilla de 25 jugadores, pero no puedo contar siempre con todos”.
Y en estas anda la nueva tesitura del francés que, después de contar con Vinicius y Brahim en los dos últimos partidos respectivamente, les ha dejado fuera de la convocatoria para el partido frente al Real Valladolid. Y lo más destacado es que ambos fueron de lo mejor tanto contra el Sevilla cuando el brasileño rompió algo el partido, como Brahim cuando participó en dos de los tres goles a Unionistas.
Una decisión que se entiende a medias en el seno del madridismo y que levanta roces respecto al trabajo de Zidane que, por otro lado, si una cosa ha demostrado en su etapa como entrenador del Real Madrid es que no es un simple ‘alineador’.
Si el francés actúa de esa manera será por algo y, ante ello, a los futbolistas implicados no les queda otra que seguir trabajando y acumulando buenas actuaciones para ganarse de una vez por todas un mayor estatus dentro del vestuario.
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