Vivos a pesar de la sangría

Una racha de cinco derrotas y dos empates en ocho partidos condenaría a luchar por la permanencia a cualquier equipo en casi cualquier circunstancia. La Real, sin embargo, continúa inmersa en la disputa por Europa. Es más, sigue dependiendo de sí misma para lograr el objetivo. Con los números en la mano, el conjunto de Imanol
Alguacil, todavía séptimo, mantiene incluso la esperanza de asaltar el sexto puesto y de apretar al Villarreal, quinto, si logra vencerle mañana en La Cerámica (19.30 horas). Quedan 9 puntos por delante y, pese a la sangría, los txuri urdin están muy vivos en la lucha por las tres plazas de Europa League.



Desde que se diera el pistoletazo de salida al último tramo de la competición, hace menos de un mes, la Real apenas ha conseguido levantarse de los tacos y avanzar unos metros. Tras comenzar la carrera final en cuarta posición, sus opciones de Champions se han diluido jornada a jornada, error a error. Con el tercer y el cuarto puesto ya olvidados, el foco se dirige ahora a las tres plazas europeas restantes. Una batalla que el cuadro donostiarra afronta con dos principales obstáculos a superar: su propia dinámica y un calendario muy exigente.

Así está la carrera por Europa y la clasificación tras el confinamiento
Así está la carrera por Europa y la clasificación tras el confinamiento

La Real firma 5 puntos de 24 desde que se reanudara la competición. Es la misma racha de resultados con la que arrancó la Liga el Espanyol, condenado desde los inicios a la zona baja de la tabla y ya descendido. El conjunto txuri urdin es el tercer peor equipo del campeonato desde que se puso fin al confinamiento, sólo por delante de los pericos (4 puntos), único equipo al que los de Imanol han conseguido superar en el último mes, y el Alavés. Los babazorros suman 3 puntos conseguidos, precisamente, contra la Real en Mendizorrotza.

El motor de arranque realista está gripado y algunos de sus rivales directos lo han aprovechado, en especial su adversario de mañana. El Villarreal es el segundo mejor equipo desde el regreso liguero. Sólo ha caído contra el Barça, empató contra el Sevilla y cuenta sus otros seis encuentros por victorias. O lo que es lo mismo: ha sumado 14 puntos más que la Real.

El Granada ha logrado 7 puntos más que los txuri urdin, colocándose a uno, mientras que el Athletic ha cosechado 6 más, situándose a tres. Atlético de Madrid y Sevilla, por aquel entonces en el radar realista, se han disparado a cotas ya inalcanzables.

Getafe y Valencia tampoco arrancan

Por contra, Getafe y Valencia apenas han sumado 2 y 3 puntos más que los de Imanol, por lo que la batalla sigue abierta. Si la Real es capaz de dar la vuelta a su nefasta dinámica y coge la tan ansiada ola en esta última semana liguera, el premio estará a su alcance.

Existe, eso sí, otro enemigo a tener en cuenta: el calendario. La Real termina la Liga visitando mañana al Villarreal, recibiendo al Sevilla y viajando al Wanda. Tres equipos, sobre el papel, duros y en buena forma. El duelo de La Cerámica se presume clave no sólo en términos morales y clasificatorios -una victoria acercaría a la Real a tres puntos del submarino y podría colocarle sexta-, sino también para que los dos últimos rivales se enfrenten a los txuri urdin con sus billetes de Champions ya asegurados. Sevilla y Atlético aventajan en seis puntos al Villarreal y aunque seguirían inmersos en la lucha por el tercer puesto, su atención podría comenzar a desviarse a sus compromisos de Europa League y Champions del mes de agosto.

En cualquier caso, el calendario realista es, sobre el papel, el más exigente de entre los inmersos en la lucha por las plazas de Europa League. Al otro lado de la balanza se sitúan Valencia y Athletic. Los de Voro juegan frente a los dos últimos clasificados, Leganés y Espanyol, y cierran la Liga contra el Sevilla, mientras que los rojiblancos visitan a un Levante sin nada en juego, reciben a un Leganés que podría estar ya descendido y viajan a Granada en un encuentro que puede ser clave.

Restan 9 puntos y las cartas están repartidas. La Real debe ganar consistencia de manera urgente para afrontar las tres curvas finales en su camino a Europa. Las encara desfondada, con la enfermería llena y descosida por una racha dramática, pero con la bala de tener su futuro en sus propias manos. Llega la semana definitiva.


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