En Estados Unidos están locos por saber qué puede llegar a conseguir Victor Wembanyama, futuro número uno del Draft de la NBA en 2023 a no ser que se tuercen demasiado las cosas para el joven talento francés, un portento de 2,23 metros con movilidad de base. El jugador de 18 años, nacido en Le Chesnay, juega con los Metropolitans 92 de la LNB Pro A en este curso previo a su salto a la liga estadounidense, pero ahora visita el país en medio de un revuelo mediático que recuerda los tiempos del desembarco de LeBron James en 2003… ¡cuando él todavía ni había nacido!
En su primera aparición en Las Vegas, donde disputará dos partidos contra el G-League Ignite, Wembanyama dejó ya varios titulares de prensa y acaparó las portadas de las revistas especializadas. La perla que soltó demostró su ambición de cara a su trayectoria en la NBA. “Es un gran jugador”, comentó sobre Scoot Henderson, presumiblemente el número dos del Draft en 2023. “Si yo no hubiera nacido, probablemente él merecería el número uno”, soltó. Las palabras dieron mucho que hablar al otro lado del charco.
En una entrevista más en profundidad con la agencia Associated Press, el jugador aclaró sus palabras: “Da igual en qué posición te eligen, lo importante es tener una buena trayectoria después. Como atleta y competidor, sin embargo, no puedo aceptar no ser el número uno”. Este martes y jueves, hasta jugadores de la NBA se pasarán por el pabellón a ver de lo que es capaz este tipo larguirucho que llega con la ambición de ser “único y original” tanto dentro como fuera de las canchas.