Willian José busca la redención


La vida le ha cambiado totalmente a Willian
José en poco más de un mes y no como a él le hubiese gustado. Comenzó enero marcando y siendo un titular indiscutible en la Real y acaba febrero en el banquillo, triste y renegando de su mala fortuna tras su frustrada marcha primero al Tottenham y luego al Barcelona. Se cumple un mes desde que Imanol le castigó a la grada para el encuentro ante el Mallorca unos días después de que se negara a jugar en Copa ante el Espanyol porque creía que iba a recalar en el club de la Premier League. En los ratos en los que ha salido desde ese momento se ha visto a un Willian
José desconocido, desapegado del juego, sin confianza y con nula conexión con la grada. Todavía necesita redimirse para volver a ser el que fue, si eso es posible tras la eclosión de Isak, favorecida por sus polémicas tribulaciones durante el mercado invernal.



Willian
José no levanta cabeza y quiere encontrar de nuevo el Norte, ya sabiendo desde la semana pasada que terminará la temporada en la Real. A estas alturas, la previsión en los despachos de Anoeta es tratar de que el de Porto Calvo recupere una buena versión, haga crecer su caché y pueda ser traspasado en condiciones el próximo verano, con un sustituto ya elegido y sin las prisas y las restricciones de la ventana invernal. Las ofertas que tanto el Tottenham como el Barça, dos destinos apetecibles para cualquier jugador y también para el brasileño, fueron absolutamente inaceptables por el club txuri urdin, en torno a 20
millones de euros la inglesa, no superior a 15 la catalana, y eso que en este último caso, el grupo inversor que está detrás estaba dispuesto a renunciar parte del 30% que le corresponde. También el Manchester
United se interesó por él tras ser ofrecido por sus representantes e hizo una oferta cercana a los 10
millones de euros por su cesión.

El caso es que en este tiempo en el que los cantos de sirena no le dejaban poner los pies sobre la tierra, en concreto sobre el césped de Anoeta, Willian apenas ha podido aportar nada positivo a la Real y tiene muchas ganas de resarcirse.

Su último gol se remonta al 5 de enero, contra el Villarreal, y además no tuvo réditos porque la Real perdió en casa (1-2). En los ratos que ha intervenido ya después de negarse a jugar contra el Espanyol no estuvo bien: 19 minutos contra el Betis y el Leganés fuera, los primeros 55 contra el Athletic en Anoeta y los 18 finales frente al Valencia. En este último partido tuvo una clara ocasión, pero le pegó mordida y la desaprovechó.

Imanol le quiere recuperar y la Real le desea centrado para este último tramo de la temporada en el que esta todo en juego, incluido nada menos que un título. Los 300 que fueron al Bernabéu corearon su nombre, pero en Anoeta todavía no le perdonan. Le pitan y le aplauden. Está pendiente que el club le abra un expediente informativo que derive en una elevada multa por su espantada contra el Espanyol, una falta muy grave.


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