Con la victoria del Manchester City de Pep Guardiola por 1-2 en el Bernabéu, el técnico catalán está a 90 minutos (si no hay prorróga) de ser el primer entrenandor capaz de eliminar a Zidane de una edición de la Champions League.
El galo, que ha ganado las tres ediciones en las que ha participado superando 21 eliminatorias diferentes, tiene ante sí una tesitura, la de remontar la eliminatoria, que, si bien es arduamente complicada, no es nueva para él, pues ya lo hizo en el duelo ante el Wolfsburgo de cuartos de final en la edición 15/16 cuando remontó un 2-0 que se trajo de la ida en Alemania.
Claro está que aquel Wolfsburgo no este Manchester City, que Pep Guardiola no es Dieter Hecking (entrenador del conjunto alemán por aquel entonces) y que el Etihad Stadium no será ese Bernabéu que rugió con el hat trick de Cristiano Ronaldo, otro de los que no estará. Sin embargo, la esencia del Real Madrid es la misma: la de no darse por vencido en ningún momento.
Es la del Wolfsburgo, hasta la presente frente al Manchester City, la última eliminatoria europea en la que Zidane ha tenido que remontar un resultado en contra. Es por ello que, pese a tener bastantes diferencias con la actual, el galo ya sabe cómo tratar esta situación.
Empieza a partir de ahora para los blancos, que ya piensan en el Clásico, una etapa de recesión en la que miran de reojo el partido de vuelta (17 de marzo) donde Zidane se juega su inmunidad en Europa. A partir de ahora, el entrenador galo tiene trabajo por delante si quiere seguir siendo apodado Mr Champions o, de lo contrario, verá como su homólogo Guardiola termina con su hegemonía.
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