El despertar físico del Valencia le da el triunfo en Estambul (86-90)

El despertar físico del Valencia Basket en la segunda parte le dio, apuntalada por los puntos del belga Sam Van Rossom, al equipo valenciano su tercera victoria seguida en la pista del Fenerbahce que le consolida en la parte noble de la clasificación de la Euroliga.

El primer cuarto fue un rápido e intrascendente intercambio de canastas en el que los escurridizos Muhammed Ali y Lorenzo Brown alimentaron el marcador de los locales y Nikola Kalinic y Derrick Williams, en el regreso a la que fue casa, hicieron lo mismo con el de los visitantes.

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La salida de Leo Westermann permitió al conjunto turco exprimir su buena circulación y abrir las costuras de la no muy firme defensa del equipo valenciano. Llegando desde el banquillo, Dyshawn Pierre y Jarrel Eddie estiraron la ventaja local ante un rival que no plantaba cara físicamente y que acabó por rehuir en esa batalla (36-28, m.17).

El regreso de Sam Van Rossom permitió al Valencia minimizar los daños antes del descanso pero el base belga no pudo evitar que su equipo llegara al intermedio con diez puntos de desventaja y un lastra ya considerable (43-33, m.20).

Barthel ante los pívot del Valencia.
Barthel ante los pívot del Valencia.

El conjunto de Jaume Ponsarnau regresó a la pista con la lección aprendido y con una actitud mucho más agresiva en los dos lados de la pista y en apenas tres minutos plantó un parcial de 0-10 que igualó el choque y sobre todo cambió las sensaciones (48-50, m.25).

El ímpetu de Jaime Pradilla y Guillem Vives empujó al Valencia pero otra vez el regreso de Westermann mejoró al conjunto turco y la rotación hizo bajar un peldaño en intensidad al equipo español. Mike Tobey perdió su duelo con Barthel y el equipo turco cogió aire (64-59, m.30).

Le costó pero esta vez el conjunto español no se desenganchó del choque y la aparición de Williams, de Fernando San Emeterio, Martin Hermannsson y de Klemen Prepelic le dio una energía que la ‘segunda unidad’ no había aportado en la primera. Los triples del esloveno le dieron además una buena fluidez anotadora (73-76, m.35).

El choque se vio abocado a un final a cara o cruz pero con el Valencia por delante y con un valiente Van Rossom depuesto a asumir la responsabilidad. Lo hizo primero con dos canastas en juego y luego desde la línea de tiros libres para cerrar un valioso triunfo.


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