El infernal ‘Test Beep’ tuvo un inesperado ganador… y un fichaje ‘fundido’


El Profe Ortega, responsable de la preparación física del Atlético de Madrid, se ha remangado en la pretemporada. El equipo colchonero se sometió este sábado a la primera gran paliza física de la preparación. Tras más de media hora en el gimnasio, llegó el turno de trabajar sobre el césped.

Además de varias series de carrera continua y ejercicios de capacidad de reacción, el preparador físico dispuso del temido ‘Test de Course-Navette’, coloquialmente conocido como ‘Test Beep’ (por el sonido que marca cuándo se ha de llegar a la linea establecida), en el que los colchoneros sufrieron de lo lindo.

Se trata de una prueba creada por Luc Léger en la que el sujeto va desplazándose de un punto a otro situado a 20 metros de distancia, realizando un cambio de sentido al ritmo indicado por una señal sonora que va acelerándose progresivamente.


El momento en que el individuo interrumpe la prueba es el que indica su resistencia cardiorrespiratoria. Simeone intentaba picar a los jugadores. “Uno va a salir primero y las cámaras lo van a filmar…”, decía burlón. Pues bien, el primero en caer fue uno de los fichajes, Felipe Monteiro, que no pudo con la intensidad del asunto. Le siguieron Carlos Isaac, Kalinic, Costa, Morata… Y así uno por uno como en un ‘battle royale’ de moda en el que sólo podía quedar uno.

El Cholo trataba de justificar el enorme esfuerzo: “Vamos, que esto que hacen les va a servir para todo el año”. Iban quedando los más fuertes. Costa, ya entre risas mientras descansaba, arengaba a su candidato. “¡Vamos Vitolo!”. El canario, que parecía sobrado, tenía todas las de ganar cuando se quedó en la terna final del ejercicio. Marcos Llorente, un portento físico, el canterano Sanabria y el canario.

Pues al final, Marcos Llorente y Vitolo tuvieron que arrojar la toalla ante el sorprendente ganador, Juan Manuel Sanabria, que no sólo venció sino que se permitió correr alguna serie más. El Profe le felicitó y tiró de patria. “¡Vamos Uruguay! ¡Uruguayo tenías que ser!”. Toda una lección de pundonor y físico del joven canterano.


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