El mayor tanque de tormentas del mundo está oculto bajo un campo de golf de Madrid


Sigilosa, cruza la puerta de la Asamblea de España sin hacer mucho ruido. Se dirige a su sitio sin apenas conversar con sus diputados más afines. Saca un rotulador amarillo. Repasa los papeles. Mira a los fotógrafos. No es costumbre que la presidenta Isabel Díaz Ayuso venga tan temprano a los plenos, pero los tiempos están cambiando. Ahora no hay que esperar 20 minutos para hablar de ETA, ya basta con esperar solo dos. O menos. No así con Venezuela, que desde que el diputado Leopoldo López llegó a Madrid el 25 de octubre ha desaparecido de golpe de los plenos. Así es Madrid, la cuna de liberalismo patrio.

Todo ha cambiado. En la Asamblea de España era costumbre que se hablara de los problemas de los madrileños. Pero para eso hay que sumergirse en el tiempo. El pleno de este jueves ha comenzado con una defensa férrea de la mujer por parte de la diputada Isabel Serra. “Si usted está ahí —ha indicado la portavoz de Unidas Podemos con el dedo a la presidenta Ayuso— es por el feminismo, pero usted es como la presidenta [Margaret] Thatcher: cuando llega a espacios de poder, cierra la puerta para que no entre ninguna mujer detrás”. Ayuso se revolvía de su asiento. “¡Si estoy aquí es por mi trabajo! No por ser mujer de nadie”. No es la primera vez que ataca a Podemos con este argumento. La presidenta considera que la ministra de Igualdad, Irene Montero, está en el Consejo de Ministros por ser la mujer de Pablo Iglesias. “Ustedes”, ha continuado la presidenta, “son amigos de los herederos de ETA. Ustedes quieren expulsar al español de su tierra”. España y ETA. ETA y España. Otro día de debate tuitero en la Asamblea.

Tras ETA, ha venido el turno Vox. Poca broma. La diputada Rocío Monasterio acudía a la cita en son de paz. “¿Cómo valora la ley Celaá?”, ha preguntado. Ayuso, por si acaso, ha despachado rápido. “Nuestro Gobierno está en contra. Esto es un odio a España, que es los que pretende el socialismo y el comunismo”. Monasterio sonreía feliz. “Efectivamente”, ha dicho después, “eso es el sanchismo”. Y ha propuesto un concurso. La Asamblea de Madrid tiene estas cosas. Tan pronto se habla de ETA como se lanza un Saber y Ganar. “Vamos a hacer un juego. ¿Cuál es la frase de la ley de Celaá y cuál es la suya?”, dijo. Y ha dado comienzo al show. Ha leído una frase y ha preguntado en voz alta: “¿De quién es?”.

―Del PP― contesta un diputado.

―No sé, no sé. Ahora les digo― dice misteriosa Monasterio.

Y lee otras líneas. “¿Y está?”, inquiere de nuevo.

―De Celaá― dice el único diputado que concursa.

― ¡Es al revés!― sonríe Monasterio.

El juego ha terminado bien, como si el resto no supiera que algo de trampa había. Por si acaso, el único diputado concursante no ha recibido ningún premio. Tras el concurso, ha sido el turno de la publicidad. La política madrileña es un plató de televisión. El diputado popular Alfonso Serrano ha preguntado a Ayuso si Madrid es un paraíso fiscal. “Esto es un paraíso de las libertades”, ha contestado la presidenta. “Serrano me hace esta pregunta”, ha observado después, “porque Bildu, que son los socios del Gobierno, quieren venir a Madrid a imponernos leyes”. La pregunta era si Madrid era un paraíso fiscal, pero así es la Asamblea de Madrid, un concurso de sorpresas.

Serrano ha defendido después las medidas que han hecho disminuir la curva de contagios en la Comunidad. “¡La izquierda no las apoya! La prensa extranjera habla de milagro en Madrid y milagro es una cosa inexplicable. Aquí se ha logrado por unas políticas. Hasta Gabilondo lo ha dicho”. El socialista Ángel Gabilondo levanta la mirada con cara de póker y niega con la mano:

— ¡Ese es el otro!— ha dicho en voz alta.

Serrano hablaba de su hermano, el periodista Iñaki Gabilondo. El otro Gabilondo, el socialista, ha preguntado en su turno sobre el plan de inversiones de la Comunidad de Madrid. Ayuso ha seguido a lo suyo. “¿Va a seguir mirando para otro lado?”, ha preguntado la presidenta. “¿Va a seguir mirando para otro lado con Bildu pactando con el PSOE?”.

El catedrático de Filosofía y hermano del reputado periodista no ha entrado al trapo. Ha insistido en preguntar por un problema de inversión en los municipios madrileños. Ayuso ha desistido. Ha sacado a la banda terrorista. “Usted habla de igualdad, pero si los herederos de ETA quieren subir los impuestos en Madrid tendrá que decir algo. Lo que pasa en Cataluña también nos afecta. Defienda aquí también a España”. Cataluña, ETA y España en una frase. Un combo que sigue la línea trazada hace unos meses con su famosa pregunta retórica: “¿Qué es Madrid si no es España?”.

Información sobre el coronavirus

– Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

– Así evoluciona la curva del coronavirus en el mundo

– Descárguese la aplicación de rastreo para España

– Guía de actuación ante la enfermedad


Source link