El World Press Photo de la pandemia llega a Madrid

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Rosa Luzia Lunardi es abrazada por la enfermera Adriana Silva da Costa Souza, en una residencia de ancianos en São Paulo, el 5 de agosto de 2020.
Rosa Luzia Lunardi es abrazada por la enfermera Adriana Silva da Costa Souza, en una residencia de ancianos en São Paulo, el 5 de agosto de 2020.Mads Nissen / Politiken / Panos Picture (Mads Nissen/ Politiken/ Panos Pi)

Las imágenes que cuentan la realidad desde el fotoperiodismo, con su dosis de subjetividad, ganadoras del World Press Photo el pasado abril, han llegado a Madrid, donde podrán verse en el Colegio de Arquitectos hasta el 8 de diciembre. El año pasado, esta cita anual tuvo que cancelarse en su recorrido por las ciudades españolas por la pandemia que, lógicamente, está en numerosas fotos de las galardonadas en esta edición. Como la ganadora, del fotoperiodista danés Mads Nissen, titulada El primer abrazo, del 5 de agosto de 2020, que muestra el instante en que Rosa Luzia Lunardi, una mujer de 85 años que vive en una residencia en São Paulo, es abrazada con un plástico de por medio por la enfermera Adriana Silva da Costa. Era el primer abrazo que esta mujer recibía en cinco meses debido a la situación por la covid en su país, que impedía la visita de los familiares a sus seres queridos. Brasil acabó el año pasado con 195.000 muertos por el coronavirus. Para Elena Vergara, organizadora de la exposición en Madrid, esta imagen “quedará para la posteridad como icónica de lo que hemos vivido en ese periodo”. Otra imagen sobrecogedora de la pandemia es la de un cadáver envuelto en plástico en Indonesia, como si fuera una momia. También hay instantáneas que abordan más lateralmente las consecuencias del coronavirus, como la que hizo el estadounidense Ralph Pace de un león marino que se dirige a una mascarilla arrojada al mar en Monterrey (California).

Como suele ser habitual en cada edición del World Press Photo, hay fotógrafos españoles reconocidos por su trabajo. En la categoría de Naturaleza, Luis Tato logró el tercer premio en reportajes gráficos por una espectacular imagen en la que un hombre está envuelto en una nube de langostas en Kenia por una plaga de este insecto. En la misma categoría, Aitor Garmendia (nombre ficticio) consiguió el tercer premio en la modalidad de Medio Ambiente por su reportaje sobre el maltrato animal en granjas porcinas españolas. En una de sus imágenes más llamativas, un cerdo aparece postrado, con los ojos rojos, por una infección ocular. Jaime Culebras fue ganador del tercer premio de la categoría de Naturaleza en la modalidad de fotografía individual por la imagen de unos huevos de rana de cristal, tomada en una estación biológica de Ecuador. Mientras que la fotógrafa española Claudia Reig ganó el premio al Proyecto Interactivo del Año por el documental Parir en el siglo XXI, sobre la atención en el parto.

Henry Lenayasa, jefe del asentamiento de Archers Post, en el condado de Samburu, Kenia, intenta ahuyentar a un enjambre de langostas que asola los campos donde pasta el ganado, el 24 de abril de 2020.
Henry Lenayasa, jefe del asentamiento de Archers Post, en el condado de Samburu, Kenia, intenta ahuyentar a un enjambre de langostas que asola los campos donde pasta el ganado, el 24 de abril de 2020.LUIS TATO (Luis Tato for The Washington Pos)

Otras grandes historias del año pasado merecieron la atención de los fotoperiodistas, como los incendios forestales en Portugal, los disturbios en Minnesota (Estados Unidos) por la muerte de George Floyd a manos de un policía, o la explosión en Beirut que causó 190 muertos por un material explosivo mal almacenado. Otros focos de atención, con un recorrido más largo por parte de los reporteros, fueron, por ejemplo, los campamentos paramilitares para niños en Polonia. Muchas armas hay también en el reportaje de Gabriele Galimberti sobre las que poseen las familias en Estados Unidos, titulado con el juego de palabras The Ameriguns. Y dos asuntos desconocidos, el de los presos palestinos a los que Israel no deja tener contacto con sus esposas, únicamente con sus hijos menores de 10 años, unas visitas que aprovechan para sacar, por ejemplo dentro de juguetes, su semen de incógnito, y así ellas puedan quedarse embarazadas, un trabajo del italiano Antonio Faccilongo que mereció el primer premio en el apartado de Proyectos de larga duración. O el inquietante fenómeno de los muñecos de bebés hiperrealistas, que adquieren personas a las que esa presencia inanimada puede ayudar, por ejemplo, a madres que han sufrido un aborto para sobrellevar los problemas psicológicos. Son muñecos que incluyen marcas de nacimiento, pelo humano o heridas. También destacan relatos más personales, como el retrato tomado por el ruso Oleg Ponomarev de un transexual, Ignat, que posa con su novia, Maria, en San Petersburgo, que ganó el primer premio de fotografías individuales.

Las fotografías ganadoras de esta edición, en ocho categorías, fueron tomadas por 45 fotógrafos de 28 países. A concurso se presentaron 4.315 profesionales de 130 países, que enviaron 74.470 imágenes. El recorrido del World Press Photo, que en España ya ha recalado en Valencia y Vitoria, irá después de Madrid a Barcelona. En todo el mundo, este certamen, que comenzó en 1955, visitará 100 ciudades de 45 países. Los organizadores de la exposición en Madrid han informado de que, con motivo de las medidas anticovid, las entradas deben comprarse on line.

Un muñeco 'reborn', envuelto en una manta, en Karpacz, Polonia, el 3 de julio de 2020.
Un muñeco ‘reborn’, envuelto en una manta, en Karpacz, Polonia, el 3 de julio de 2020.Karolina Jonderko/Napo Images

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