A la hora de tomar el sol en verano es importante hacerlo «con cabeza», de forma segura: aplicarse una crema de protección solar con el FPS adecuado al tipo de piel, evitar las horas centrales del día… Además, al llegar a casa hay una serie de cosas que se recomiendan hacer.
Guardar la crema en la nevera
Un truco muy sencillo para disfrutar de una sensación de frescor y confort de lo más agradable es el de guardar la crema en la nevera. Además, de esta manera se estimula la circulación.
Aplicar aloe vera
El aloe vera es uno de los ingredientes más utilizados en el ámbito de la cosmética natural. Es ideal tras la exposición solar por sus propiedades calmantes y regenerantes. Para aplicarlo en su versión más natural, lo mejor es hacerse con una hoja de aloe vera y extraer el gel que hay en su interior.
Darse un baño con bicarbonato
Un baño de agua con bicarbonato durante 10 minutos es lo mejor para darle «un respiro» a la piel después de tomar el sol. El tiempo tiene que ser ese, de 10 minutos. Al salir, no hay que secarse con una toalla, sino hacerlo al aire.
Darse un masaje con hielos
Para el rostro, nada mejor que un masaje con cubitos de hielo a modo de tónico calmante. Los cubitos hay que aplicarlos con un masaje ascendente, del cuello a la frente. ¡Notarás los resultados!
Lavarse la cara con té verde
Y, por último, durante el verano es aconsejable lavarse la cara con una infusión de té verde, con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Un ingrediente natural que es estupendo para revitalizar la piel tras la exposición solar.