Flexibilización de Estados Unidos sobre Cuba busca la normalización diplomática: académico

Flexibilización de Estados Unidos sobre Cuba busca la normalización diplomática: académico

La flexibilización de las medidas del gobierno de Estados Unidos en torno a los viajes y a las remesas con Cuba va dirigida a la “normalización diplomática” y al “restablecimiento de las relaciones bilaterales”, acordadas entre Barack Obama y Raúl Castro entre 2013 y 2014, aseguró el doctor Rafael Rojas, profesor e investigador del Centro de Estudios Históricos del Colegio de México (Colmex).

Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, señaló que la idea de aquel acuerdo era relajar las sanciones y restablecer los vínculos diplomáticos. Sin embargo, la entrada al poder de Donald Trump hizo que éstos se suspendieran casi totalmente, luego de las sanciones impuestas tras el llamado síndrome de La Habana, sobre supuestos ataques acústicos a funcionarios y diplomáticos de la embajada estadounidense.

“Estas medidas nos regresan a la ruta de la normalización diplomática y yo creo que eso es fundamental, porque quiere decir también que el canal de diálogo entre los dos gobiernos permanecerá abierto a partir de ahora”, dijo, al tiempo que indicó que las medidas rebajarán el nivel de agresividad discursiva tradicional entre los dos países.

Mencionó que el anuncio del gobierno de Joe Biden “sorprendió a muchos”, porque hace unas semanas hubo conversaciones migratorias entre ambos gobiernos y “no hubo declaraciones muy entusiastas” de ninguno de los dos lados.

“Por lo visto el anuncio que se hizo ayer es una decisión tomada luego de esas conversaciones, en las que el tema central fue la cuestión migratoria”, apuntó el especialista.

Enfatizó que el incremento del éxodo cubano en los últimos años se traduce en una cifra de entre 140 y 150 mil personas, mayor a lo que representó la crisis migratoria de los años noventa del siglo pasado, que sumó 130 mil personas.

“Estas son medidas que quitan el límite de remesas para enviar dinero de los familiares, o sea, de los emigrantes cubanos en Estados Unidos a sus familiares en la isla, facilita los viajes de la comunidad cubanoamericana a la isla y restablece el programa de 20 visas anuales que concede el Departamento de Estado a través de su embajada en La Habana”, dijo.

Consideró que naturalmente las medidas implicarán una reatriculación de la red consular en la isla y un restablecimiento pleno de los servicios diplomáticos.

“La reacción de La Habana es muy parecida a la de siempre, se consideran insuficientes las medidas, se consideran limitadas. La Habana y sus aliados exigen un levantamiento del embargo, que es muy complicado de lograr, porque el embargo es desde la ley Helms-Burton de mediados de los años noventa”, dijo.

Recordó que por una disposición del Congreso de los Estados Unidos, ni el presidente estadounidense ni el Departamento de Estado pueden derogar el embargo aunque quisieran: “Tendría que darse una negociación en el Congreso federal norteamericano, que se ve muy difícil en el corto e incluso en el mediano plazo”.

Rojas comentó que, aunque las medidas tienen un trasfondo migratorio, también persiguen efectos políticos, como contrarrestar el ánimo generado por la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en junio de este año en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

Mencionó que por lo menos tres cancillerías latinoamericanas, como la mexicana, la argentina y la chilena, han intentado negociar con el gobierno de Biden la inclusión de los tres países latinoamericanos en la Cumbre.

El académico apuntó que cada caso es distinto. Sobre Nicaragua, su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), así como los arrestos masivos a opositores y los consiguientes procesos judiciales irregulares, complican su presencia en la Cumbre.

Respecto a Venezuela, dijo que también es un caso “gravísimo” para los Estados Unidos, aunque en los últimos meses se ha intentado reconducir el diálogo diplomático. Precisó que la posición del gobierno de Joe Biden es la de no tratar a los tres países en bloque “y mucho menos inscribirlos en el bloque bolivariano, porque eso implicaría por ejemplo considerar a Bolivia o al Caribe”.

“Me llama mucho la atención este viaje que anunciaron del exsenador Christopher Dodd a México, que mañana se reunirá con el presidente y con el canciller Ebrard. Se destaca mucho que el que el exsenador Dodd, después de su paso por México, hará una gira por el Caribe para tratar de convencer además de a México, a los gobiernos caribeños de que asistan a la cumbre de Los Ángeles”, mencionó.

“Yo creo que eso es regresar a un enfoque casuístico que era muy propio de la de la administración Obama y que me parece mucho más funcional y factible para lidiar con estos gobiernos en América Latina y evitar que muchas de las posiciones generen reacciones también en bloque, porque eso complica mucho más la relación de Washington con con la región”, dijo el profesor del Colmex.

Dejó abierta la posibilidad de que se pueda invitar a Cuba a la Cumbre, y no a Nicaragua ni a Venezuela, o bien, que se busque alguna fórmula de representación gubernamental que no comprometa a los presidentes.

Ve la entrevista completa:


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