La continuidad de la empresa familiar, un reto que necesita un plan específico

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Las empresas familiares son la mayoría del tejido productivo en nuestro país (el 89%), con 1,1 millones de negocios, que, además, generan un porcentaje elevado de empleo. Hay muchos elementos que contribuyen a la buena marcha de estos negocios, desde la percepción de cercanía que tienen los clientes a la internacionalización o la digitalización, entre otros. Sin embargo, el relevo generacional es un hito importante para el que la mayoría no tiene un plan trazado y esto provoca que nueve de cada diez no superen la tercera generación.

Es habitual que una compañía busque asesoramiento externo para un mejor desarrollo de su actividad. Lo que ya no lo es tanto es que dicho asesoramiento se adapte a las características propias de la organización, como puede ser el caso de una empresa familiar. Estas sociedades presentan unas peculiaridades que requieren un tratamiento específico, ya que en ellas entran en juego “sistemas antagónicos destinados a entenderse, familia y empresa”, explica Belén Alarcón, socia de Asesoramiento Patrimonial de Abante Asesores.

La entidad de asesoramiento y gestión patrimonial, con 20 años de experiencia asesorando a clientes particulares, familias y empresas y con una cartera de casi 10.000 clientes, ha querido ir más allá del puro consejo económico, financiero y fiscal para ayudar a las empresas familiares. En Abante Asesores son conscientes de que en este tipo de sociedades hay que conciliar los intereses de tres mundos: empresa, propiedad y familia. Por ello ha desarrollado un método de trabajo para satisfacer las necesidades de unos socios que buscan rentabilidad como los demás pero que, además, están unidos por relaciones muy personales.

“En las empresas familiares hay un yo individual y un yo colectivo con los que hay que trabajar”, afirma Alarcón, quien añade que existe una casuística enorme en esta clase de empresas que no se da en las que no son familiares. En este sentido, Pablo Márquez de Prado, socio de asesoramiento corporativo de Abante, que trabaja junto con el equipo de asesoramiento y gestión patrimonial que dirige Alarcón, para poder dar un servicio global, destaca: “Intentamos comprender cuáles son los elementos que conforman el patrimonio familiar, qué papel juegan y qué limitaciones pueden incorporar después a las decisiones que se tengan que ir tomando en una estrategia de crecimiento o diversificación”. Y añade: “Es muy importante estar cerca de las familias con las que trabajamos y acompañarlas en todas las fases del proceso”.

Plan estratégico personal

En el momento en que una empresa familiar solicita los servicios de Abante Asesores se pone en marcha toda una metodología propia que involucra a especialistas de muy diversas materias, en función de la problemática de la que se trate. En primer lugar, se trabaja con los miembros de la familia de manera individual. El objetivo es conocer qué espera cada uno de ellos del negocio, sus objetivos personales, sus necesidades y sus proyectos y como resultado se proyecta un plan estratégico personal para cada uno de los miembros de la familia, que ayude a contextualizar el trabajo posterior que se hará con la familia en su conjunto y desde el punto de vista del negocio empresarial. Este plan incluye una proyección en números que ayude a contextualizar esos proyectos individuales. Como señala Alarcón, “les presentamos los escenarios, les abrimos el mundo existente y, en definitiva, formamos a los accionistas familiares”.

La socia de Abante Asesores ilustra su labor con un ejemplo frecuente: Un hermano socio quiere vender su parte de la compañía por un determinado precio que otro hermano considera que debe de ser menor. No se trata solo de una discrepancia entre socios, porque lo habitual es que se llegue a un conflicto familiar serio. Una opción es dejar el asunto en manos de terceros. Y otra “es la que ofrecemos en Abante, presentar a cada hermano lo que gana y lo que pierde, qué significa la cantidad que cada uno defiende y cuál va a ser el resultado si no hay conflicto”, indica Alarcón. Todo ello sin perder de vista las circunstancias personales y familiares de cada socio que ya se conocen gracias a las entrevistas personales. “Les otorgamos una visión profesional ajena a la familia, pero contextualizada con la misma, además de librarles de las incertidumbres que pueden presentarse”, añade.

Plan estratégico de la familia y plan estratégico empresarial

Después se elabora el plan estratégico para la familia, destinado a todos sus miembros. “Definimos el escenario conjunto que les ilusiona a todos ellos, pero para el que, indudablemente, tienen que hacer cesiones”, explica Alarcón. Se informa a los socios familiares y se les forma para que sean ellos los que definan “la visión, la misión y los valores”.

El plan estratégico para la familia, reconocido en Abante como “la parte más complicada”, ya que recoge el papel de cada miembro, da lugar a un protocolo familiar que fija tres aspectos fundamentales: las reglas familiares en el trabajo, las reglas familiares en la propiedad y las reglas familiares en los órganos de gobierno de la sociedad. “Es un proceso largo puesto que hay que formar a los miembros de la familia y ayudarles a comunicarse entre sí”, agrega Alarcón.

En último lugar, como explica Pablo Márquez de Prado, “ayudamos a las familias a tomar mejores decisiones desde el punto de vista patrimonial y empresarial, para cumplir los objetivos de la familia”. Así, tras haber trabajado en el plan estratégico personal y el plan estratégico familiar, desarrollamos el plan estratégico empresarial. Se parte para ello de la caracterización del patrimonio familiar (hacer una foto del patrimonio, su estructura, qué tipo de activos lo conforman y las implicaciones que tienen cada uno y cómo contribuyen a crear valor) y se elabora un plan estratégico patrimonial y empresarial para después definir un plan de acción (inversión, desinversión, sucesión, etc.). Por último se hace seguimiento a la ejecución.

Asesoramientos paralelos

La metodología de Abante consiste en trabajar paralelamente en dos vías distintas: el asesoramiento patrimonial o personal y el asesoramiento corporativo o empresarial. No hay que olvidar que lo que se pretende es hacer que una empresa tenga futuro y sea rentable, para lo cual se realiza un plan de negocio consensuado por todos los miembros de la familia. Toda la información obtenida por los asesores corporativos se incluye en el plan estratégico familiar.

Abante quiere dar un nuevo enfoque al asesoramiento y contribuir a que más empresas familiares superen la tercera generación y no solo una de cada 10 como ocurre actualmente en España, según los datos del Instituto de Empresa Familiar.

Asesoramiento financiero

Abante es una entidad financiera independiente especializada en asesoramiento financiero y gestión de activos, tanto a particulares como a empresas, alineada a largo plazo con los intereses de los clientes.

Llevamos desde 2002 defendiendo una forma diferente de hacer las cosas, con principios y valores, que ayude a las personas a relacionarse mejor con su dinero y a cumplir sus objetivos vitales. Nuestros clientes son inversores particulares, grupos familiares y empresariales, Family Offices e instituciones que necesitan una propuesta global de asesoramiento financiero, patrimonial, inmobiliario y corporativo y un acceso especializado e independiente a todos los mercados y activos, financieros, alternativos e inmobiliarios.

El grupo Abante Asesores está formado por ocho sociedades: una agencia de valores, dos empresas de asesoramiento financiero (Abante fue la primera EAF registrada en España), dos sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva, una entidad gestora de fondos de pensiones, una mediadora de seguros y una sociedad cotizada en el mercado inmobiliario (socimi).

En septiembre de 2019, Abante y Mapfre firmaron una alianza estratégica para crear la plataforma independiente de asesoramiento financiero y distribución de productos más competitiva del mercado español y, desde junio de 2021, el grupo asegurador tiene una participación del 18,77%. Abante gestiona y asesora un patrimonio que supera los 9.000 millones de euros, tiene casi 10.000 clientes, un equipo de 250 profesionales y oficinas en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Valladolid, Pamplona, Logroño y Bilbao.


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