La mejor manera de romper la maldición en el Pizjuán


Garitano decidió repetir el esquema del Santiago Bernabéu. Hubo detalles que no le convencieron del todo, según él mismo confesó, pero ha tenido el parón navideño para introducir el bisturí y perfeccionar. La única novedad fue Ander Capa. Ocupó la banda diestra en lugar de Lekue. Sin el sancionado Reguilón y con Escudero en el banquillo, era una buena oportunidad para explotar sus virtudes ofensivas dado que en el lateral zurdo del Sevilla, al menos de salida, estaba Koundé.



El Athletic comenzó mordiendo arriba. Sin conceder ni un respiro a los hispalenses. Había momentos en los que los once efectivos bilbaínos se encontraban en campo contrario. Los carrileros vivían en posiciones muy adelantadas, dando sentido al dibujo. Capa y Yuri Berchiche son dos puñales, Garitano es consciente y trata de sacar rendimiento. Los centrales todavía no han marcado, pero entre ambos laterales acumulan cuatro muescas en esta temporada.

Capa controló con la izquierda y definió con el exterior de la derecha para tomar el relevo a Susaeta, último goleador del Athletic en Liga en el Pizjuán

Y al cuarto de hora, diana. En una acción que no existía. En una falta sacada desde campo propio por Iñigo Martínez. Raúl García estaba enfrascado en una de sus batallas particulares y Capa le ganó la partida a Koundé. Controló con la izquierda y definió con el exterior de la derecha.

Segundo gol del portugalujo este curso tras la obra de arte firmada contra el Levante sobre la bocina. Tampoco estuvo mal la de Sevilla para acabar con la maldición rojiblanca. Eran cinco campañas consecutivas sin un gol del Athletic en el Pizjuán. Capa toma el relevo a Susaeta. Para el 1-1 en el marcador final, igual que sucedió en 2013. Ración doble de alegría.

El lateral no tuvo excesivo trabajo en su parcela en el primer tiempo salvo en un par de incursiones de Koundé. Le dio libertad para ofrecerse como una solución cuando el Athletic avanzaba líneas. Los problemas se les multiplicaron a Capa y a los leones tras el descanso. Lopetegui dio una vuelta de tuerca a su planteamiento. Introdujo a Escudero para ganar presencia en la zurda, retiró a Carriço colocando a Koundé en el centro de la zaga y ordenó a Ocampos ocupar el ala izquierda del ataque.

Los de Garitano acabaron encerrados el primer tiempo y así empezaron en el segundo con la clara ocasión de Munir. El Sevilla subió una marcha y a Capa le tocó lucir músculo ante Escudero en el cuerpo a cuerpo. Los andaluces nivelaron a la hora de juego y dio la sensación de que tocaba zafarrancho de combate.

Las subidas del jarrillero fueron contadas, pero no desistió. Era una forma de meter el miedo en el cuerpo al Sevilla. En una de ellas, Capa se plantó en la línea de fondo y Dani García la tuvo desde la frontal. El zaguero vio una amarilla y no se dejó ninguna gota de sudor en su organismo. Ni de timidez porque en el noventa fue arriba a presionar. La mejor defensa es un buen ataque.


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