Los Pelicans remontan 24 puntos a los Celtics gracias al ímpetu de Zion

Un triple de Brandon Ingram a 34 segundos del final de la prórroga sentenció un largo, entretenido y a la par tedioso partido de domingo noche entre los New Orleans Pelicans y los Boston Celtics resuelto por 120-115 tras una improbable remontada de 24 puntos de los locales ante unos Celtics muy irregulares en defensa.

J
ayson Tatum salvó hasta en tres ocasiones a los Boston Celtics de sí mismos en el tiempo reglamentario, pero ya no pudo hacer nada cuando a la desesperada intentó lanzar su propio tiro libre a tablero para llevarse él mismo el rebote, un movimiento no permitido por la liga si el balón no toca aro.

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Zion Williamson, pura potencia y talento, irrumpió a lo bruto en la pintura de los Boston Celtics con 6,9 segundos en el reloj para meter a los Pelicans dos arriba en el suspiro final. El joven talento de los locales evitó así que el propio Tatum, a 10 segundos del final del partido, sentenciara con un step-back matador desde la línea de personal tras una revisión de saque de banda de los árbitros.

Los colegiados se llevaron esta noche más de un abucheo de las gradas, cada vez más llenas de público en Estados Unidos. Unos 1 500 espectadores asistieron anoche al partidazo en el Smoothie King Arena de Nueva Orleans, un factor que empieza a sumar en casa.

El tedio de las constantes revisiones, que alargaron el partido hasta las tres horas y pico y ya entrada la madrugada española, fastidió el ritmo de la notable remontada de unos Pelicans aupados por el ambiente ruidoso de su pabellón.

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Cuatro fallos seguidos en tiros de campo en los minutos finales desataron un final de infarto y una prórroga poco notable, más destacable por los tiros de tres fallado por Kemba Walker, que se reía por no llorar tras una actuación pésima: 14 puntos con un 1 de 12 en tiros de tres.

Un parcial de 35-14 de los Pelicans les permitió empatar el partido a cuatro minutos del final. Venían de un -24 en el ecuador del tercer período. Ingram, con 33 puntos, lideró en anotación a los locales, pero fue Zion Williamson quien aportó el ímpetu necesario para forzar la prórroga con 28 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias.

Niccolo Melli adelantó a los locales con un triple, inmediatamente contestado por Tatum, que sumó 32 puntos y 9 rebotes, la respuesta a casi todo para unos Celtics que últimamente muestran dos caras en un mismo partido. La eficiencia defensiva de los de Brad Stevens ha caído en picado las últimas jornadas.

Sin Marcus Smart, que cuidará sus problemas musculares en las piernas descansando hasta después del parón por el All Star, Boston debe encontrar más aliados para el dúo dinámico formado por Tatum y Jaylen Brown, que anoche acabó con 25 puntos y 9 asistencias.

Willy Hernangómez, que disfrutó de su segunda titularidad consecutiva este curso, completó otro encuentro regular con 6 puntos, 13 rebotes y 2 asistencias y no jugó en el tramo decisivo del partido, quedándose en 23 minutos de juego.

El partido encontró su chispazo definitivo en la ridícula expulsión de JJ Redick a 11 minutos de la conclusión. El árbitro interpretó que el jugador intentó propinarle un balonazo en lo que más bien fue un pase mal medido del jugador tras una falta.

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La piel fina de los árbitros incendió a las gradas y constató que el retorno escalonado del público empieza a generar atmósferas de presión tanto para los jugadores como los colegiados.

Los Celtics encallaron del todo tras ese momento, y los Pelicans aprovecharon el calor del público para motivarse y remar hasta conseguir un final feliz que les sitúa con 13 victorias y 17 derrotas en el Oeste. Boston, con récord perdedor a domicilio, se queda ahora con un pobre balance neutro de 15 victorias y 15 derrotas.


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