Trump ignoró repetidamente a los consejeros que le dijeron que la teoría del fraude electoral carecía de base

Trump ignoró repetidamente a los consejeros que le dijeron que la teoría del fraude electoral carecía de base

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En el cuidadoso guion preparado por la comisión del congreso de Estados Unidos para las sesiones televisadas con las conclusiones de su investigación sobre el ataque al Capitolio, este lunes tocaba viajar a la noche electoral del 3 de noviembre de 2020 con el fin de demostrar que Donald Trump esparció a sabiendas la mentira de que le habían robado en las urnas, y que ese bulo condujo, en una relación inequívoca de causa y efecto, a los hechos del 6 de enero. Todo estaba perfectamente coreografiado para la audiencia, hasta que en el último minuto se cayó del cartel uno de los bailarines principales, Bill Stepien, director de campaña del expresidente, y la estrella más esperada de este segundo capítulo (la primera de las audiencias, el pasado jueves, fue en realidad algo parecido a un prólogo).

Acudía a testificar obligado por una citación y se excusó in extremis: resulta que su mujer se había puesto de parto inesperadamente precisamente por la mañana, según anunció el comité en Twitter una hora antes del comienzo del espectáculo. Stepien estaba en Washington, listo para hablar, según su abogado, pero tuvo que salir pitando.

Eso retrasó 45 minutos el inicio de la sesión, previsto para las 10.00, y obligó a la comisión a reajustar sus planes; durante ese tiempo, entre el público presente en el elegante salón Caucus del edificio Cannon, uno de los de mayor solera de Washington, se respiraba cierta decepción. Todos esperaban el intercambio, que se preveía tenso, entre Stepien y la comisión. Tras las puertas, sus miembros estaban reunidos y no era difícil imaginar el ritmo frenético con el que estarían dando la vuelta al guion.

Y eso no es cualquier cosa en este caso. Las sesiones ―en las que el grupo de nueve congresistas (siete demócratas y dos republicanos, Liz Cheney y Adam Kinzinger, ambos proscritos en su partido, presentan sus averiguaciones tras casi un año de trabajo: un millar de entrevistas y la revisión de 140.000 documentos― se televisan, así que el reajuste lo fue también de la parrilla del puñado de cadenas que lo retransmiten. Tras saltarse el primer episodio, que siguieron 19 millones de personas en total, Fox News decidió emitir este lunes el segundo, tal vez porque ellos eran también protagonistas: el otro esperadísimo testigo era Chris Stirewalt, que era director de información política de la cadena. Lo despidieron después de que informase sobre el triunfo de Joe Biden en el Estado de Arizona, adelantándose al resto de medios, durante la noche electoral más tensa y extraordinaria de la historia reciente de Estados Unidos.

Chris Stirewalt, durante la sesión de este lunes.JOSHUA ROBERTS (REUTERS)

El presidente de la Comisión, Bennie Thompson, demócrata de Misisipi, dijo al principio de su intervención: “Esta mañana, contaremos la historia de cómo Donald Trump perdió las elecciones y sabía que las había perdido, pero, como no quiso aceptar su derrota, decidió atacar nuestra democracia”. Y después, dio la bienvenida a Stirewalt con dos preguntas, formuladas y respondidas con su dosis conveniente de teatralidad:

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— ”¿Diría que hay alguna base para la teoría del fraude electoral?”, lanzó Thompson

― ”Ninguna en absoluto”, repuso Stirewalt

— ¿Y quién ganó aquella noche?

― ”Joseph Robinette Biden, Jr. del Gran Estado de Delaware”, sentenció el exempleado de la cadena conservadora.

Stirewalt, que se mostró “muy orgulloso” de la decisión profesional que acabó con su despido, recordó los detalles de aquella noche. “En algún momento, estuvo claro que Arizona había caído del lado demócrata. Era uno de los cinco Estados clave. Votamos en la redacción si debíamos darlo por resuelto en ese momento o esperar, y salió mayoritariamente que sí. Todo el mundo perdió la cabeza después de eso”.

Pese a la espantá, Stepien estuvo muy presente a través de los vídeos de la larga entrevista grabada con él por la comisión. Es imposible saber si esas grabaciones las montaron a la carrera para llenar el hueco de su ausencia, pero si así fue, hay que reconocer que hicieron un trabajo estupendo. En una de esas grabaciones decía que en el entorno de Trump “sorprendió mucho” la noticia de la pérdida de Arizona. Jason Miller, otro de los consejeros estrechos del aún presidente, añadió en otra entrevista grabada que a Trump le extrañó que “Fox News fueran los primeros”. En la Casa Blanca se sintió entonces, recordó Miller, una mezcla de “decepción y enfado”.

Reconstrucción

Otro de los momentos más interesantes de la audiencia, en la que la congresista Zoe Lofgren, representante por California, ejerció el papel de interrogadora, llegó con un vídeo con la reconstrucción de aquellas horas. Estaba montado con testimonios cruzados de aquellos que pasaron en la Casa Blanca la noche de las elecciones: además de Stepien y Miller, se escuchó a Ivanka Trump y Jared Kushner, hija y yerno del presidente, así como a Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York consejero áulico de Trump. Giuliani, que estaba visiblemente borracho, según varios testigos, urgió al republicano a que declarara la victoria antes de que terminara el recuento de los votos. Y este, como era costumbre, le hizo caso, contra la opinión de sus familiares y allegados, y de los asesores de la campaña, todos presentes en la Casa Blanca para una celebración que nunca llegó.

Fue entonces cuando compareció ante el pueblo estadounidense y dijo algo que, recordó Lofgren, llevaba un año avisando que diría: “Francamente, hemos ganado las elecciones”. La comisión presentó vídeos de diversas apariciones públicas en las que ya avanzaba meses antes de que empezara siquiera la campaña que la “única manera” en la que el Partido Republicano podía perder en noviembre era “mediante fraude”.

Después, el exfiscal general William Barr, cuya declaración fue uno de los puntos fuertes de la sesión del primer día, volvió este lunes a robarse el espectáculo. Su obstinación en oponerse a las teorías infundadas de Trump sobre el fraude electoral es ya uno de los elementos clave de esta serie de audiencias, que se miran en el espejo de otros trances históricos como el Watergate (1987) o el comité que investigó el escándalo Irán-Contra en tiempos de Ronald Reagan (1987). “Tras las elecciones de 2020″, se escuchó a Barr afirmar, “Trump se volvió más loco que nunca”

Lo que exfiscal general le repitió al aún presidente sobre que su conspiranoia no era sino “un disparate” (nonsense) es una de las piezas más importantes del puzle que maneja la comisión y parece claro que no piensan dejar de sacarla a relucir. Este lunes se sumó otro término, “locura” (nuts), pronunciado por el abogado Eric Herschmann, que trabajó en la Casa Blanca en los últimos compases de la era Trump, para referirse al proceso por el cual este difundió una mentira sin fundamento que fue tumbada por varios tribunales. Nada menos que 61 reclamaciones se han desestimado desde entonces. La número 62 fue aceptada, pero el nuevo recuento no afectó al resultado.

Tras el receso, se sentaron en el lugar de los testigos Byung J. “BJay” Pak y Benjamin Ginsberg, abogado electoral republicano. Ambos describieron las presiones que sufrieron para deshacer el resultado electoral. Y ambos se mantuvieron en los meses previos al 6 de enero firmes en sus convicciones de que el triunfo de Biden fue justo. La congresista Lofgren agradeció a ambos su “servicio a la patria” y su valentía.

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