El piloto del equipo Monster Yamaha Valentino Rossi, de 41 años, leyenda viva del motociclismo, ha dado positivo por coronavirus. Así lo ha comunicado él mismo a través de un comunicado emitido en las redes sociales. El deportista, a quien se esperaba este jueves en el circuito de Alcañiz, en Aragón, donde se celebran dos grandes premios consecutivos del Mundial de MotoGP este fin de semana y el siguiente, no llegó a viajar a España y se encuentra aislado en su domicilio, en la población italiana de Tavullia.
El propio Rossi ha explicado que no se encontró bien cuando se despertó por la mañana: “Me sentía particularmente débil y tenía un poco de fiebre. He llamado enseguida al médico y me han hecho dos tests. El resultado del test rápido PCR ha sido negativo, exactamente igual que el test que me había hecho el martes. Pero el segundo, del que me han dado los resultados a las cuatro de la tarde, por desgracia ha dado positivo”. El deportista, uno de los grandes referentes del Mundial de motociclismo, por mucho que este curso se haya descolgado antes de tiempo de la pelea por el campeonato tras tres carreras consecutivas sin puntuar, se mostró muy “desilusionado” por el hecho de tener que perderse el gran premio de Aragón este fin de semana y el gran premio de Teruel unos días después. “Aunque me gustaría ser optimista y confiar, creo que tampoco podré estar en esa segunda ronda”, afirma.
“Estoy triste y enfadado porque he hecho todo lo posible por respetar el protocolo. Y a pesar de que el test que me hice el martes dio negativo, me aislé nada más llegar de Le Mans. Si bien, así son las cosas, no puedo hacer nada para cambiar la situación. Haré caso a los consejos de los médicos y espero recuperarme lo antes posible”, añade.
Ciertamente, los pilotos del Mundial de Motociclismo, así como todo el personal implicado en las carreras, está supeditado a un estricto control médico. Se realizan de tests PCR cada vez que va a iniciarse un nuevo gran premio, incluso en los casos en que, como ha pasado a menudo este curso, se ha repetido escenario para la celebración de dos carreras consecutivas. Además, rigen en el paddock unas medidas excepcionales de control sanitario para intentar proteger esa burbuja en la que se han convertido los circuitos.
El de Rossi es el segundo caso de un piloto infectado por coronavirus en el Mundial. El primero fue el del madrileño Jorge Martín, que estaba peleando por el campeonato de Moto2 cuando tuvo que pasar dos semanas de cuarentena tras contagiarse a principios de septiembre. Regresó a la competición para el último gran premio, el de Francia en el circuito de Le Mans la semana pasada. Ha habido otros casos positivos de personal de Dorna y trabajadores del Mundial que han sido aislados inmediatamente y no han regresado a sus domicilios ni a sus puestos de trabajo hasta pasada la cuarentena.
Se da la curiosidad de que Rossi, que posee un circuito de tierra a escasos kilómetros de su casa en Tavullia, un pequeño pueblo de la campiña italiana, se entrena habitualmente en compañía de otros pilotos italianos del Mundial, especialmente con aquellos que integran su academia de pilotos, la VR46 Academy, que reúne a un selecto grupo de corredores de las categorías inferiores del campeonato, así como a pilotos que ya han debutado en MotoGP como Franco Morbidelli o Pecco Bagnaia, dos de los protagonistas de esta temporada por su excelente rendimiento en la pista. Se desconoce si, como han hecho tantas otras veces este curso, los pilotos se encontraron en el Ranch de Valentino a su regreso de Le Mans, el fin de semana pasado y antes de tomar un vuelo hasta España para el siguiente gran premio.
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