Bobby Kennedy Jr. participa en un acto en mayo de 2019 ante el Capitolio de Albany (Nueva York).Hans Pennink (AP)
La única dinastía de EE UU se resiste a permanecer lejos del poder, como demuestra el paso al frente, en dirección a la Casa Blanca, que acaba de dar uno de sus miembros. El abogado ecologista y activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr. ha presentado la documentación ante la Comisión Electoral Federal para concurrir a las elecciones presidenciales de 2024 por el Partido Demócrata. El trámite fue confirmado este miércoles por el tesorero de su campaña, John E. Sullivan.
El candidato, de 69 años, es hijo del exsenador por Nueva York, fiscal general de Estados Unidos y candidato presidencial Robert F. Kennedy, que fue asesinado en 1968, y sobrino del presidente John F. Kennedy, que había corrido igual suerte cinco años antes. El aire patricio de la familia, y su trágica estela, se erigen nuevamente en protagonistas de la espuma de los días de Washington.
Kennedy Jr, el segundo candidato en las primarias demócratas tras la postulación en marzo de Marianne Williamson, una gurú de la autoayuda, es un conocido activista antivacunas que ha propalado informaciones que vinculan las vacunas con el autismo, ayudándose de la organización que fundó, Children’s Health Defense, muy activa en la causa antivacunas. También ha arremetido contra la vacuna contra el coronavirus y ha criticado la gestión de la pandemia por parte del Gobierno federal, en manos de sus teóricos correligionarios.
Ya en 2019, antes de la declaración de emergencia sanitaria por covid-19, tres miembros de su familia -su hermana Kathleen Kennedy Townsend, su hermano Joseph P. Kennedy II y su sobrina Maeve Kennedy McKean- denunciaron enérgicamente sus opiniones en un artículo de opinión en Politico, acusándole de animar “una campaña de desinformación que está teniendo consecuencias desgarradoras -y mortales”.
El año pasado Kennedy Jr, llegó a invocar a la Alemania nazi en un discurso antivacunas pronunciado en Washington. Un año antes, cuando la pandemia hacía estragos en EE UU -ha causado más de un millón de muertos en el país-, la red social Instagram eliminó su cuenta “por compartir repetidamente afirmaciones desacreditadas sobre el coronavirus o las vacunas”. Ese año, el escepticismo inoculado por los antivacunas hizo desplomarse las cifras de vacunación.
Más encomiable resulta su vertiente de abogado especialista en medio ambiente y ecologista confeso. Como especialista, Kennedy trabajó con un grupo que dirigió la limpieza del río Hudson. También trabajó para el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y cofundó un bufete de abogados ambientalistas.
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Sobre sus aspiraciones políticas, Bobby, como se le conoce -el tratamiento habitual en EE UU es sólo el nombre de pila-, soltó la liebre al tuitear en marzo que sopesaba la posibilidad de presentarse a las presidenciales de 2024, mientras el jefe de filas demócrata, Joe Biden, aún no ha hecho pública su decisión. “Si puedo recaudar el dinero y movilizar a suficiente gente para ganar, me lanzaré a la carrera”, dijo entonces en la red social, remitiendo a sus seguidores a su página web. “Hazle saber a Bobby que quieres ver su liderazgo en la Casa Blanca”, dice el sitio mientras pide donaciones.
Bobby es el último de una larga lista de Kennedy dedicados a la política. Su hermana Kathleen fue vicegobernadora de Maryland de 1995 a 2003; su hermano Joseph, congresista por Massachusetts, el feudo familiar, de 1987 a 1999, y su hermano Chris, candidato frustrado a gobernador de Illinois en 2018. El último Kennedy que ocupó un cargo electo fue su sobrino Joe Kennedy III, exdiputado por Massachusetts que perdió unas primarias demócratas al Senado en 2020. Caroline Kennedy, hija del asesinado expresidente Kennedy, es actualmente embajadora de EE UU en Australia.
La irrupción de un Kennedy puede imprimir ritmo a las primarias demócratas, en estado latente en comparación con el bando republicano, mucho más concurrido. Hay ya cuatro aspirantes: el expresidente Donald Trump, que pese a sus problemas legales encabeza las encuestas; la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, el empresario Vivek Ramaswamy y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson. Dos pesos pesados del partido, el gobernador de Florida Ron DeSantis y el exvicepresidente Mike Pence, siguen deshojando la margarita.
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